Arañas vasculares: por qué aparecen y cómo tratarlas

Las arañas vasculares se presentan como una afección inofensiva que provoca la aparición de vasos sanguíneos visibles en la piel. Están agrupados como una telaraña, y pueden generar malestar ya que afectan la estética. De esta forma, incide negativamente en la autoestima de la persona, lo cual lleva a que trate de cubrir la zona.

Los tratamientos están enfocados en destruir los vasos sanguíneos afectados, permitiendo que la piel recupere su aspecto normal. En muchos casos solo requiere un mejor estilo de vida para lograr que desaparezcan. Sin embargo, una vez que ocurre, existe una alta probabilidad de que vuelva a aparecer la lesión.

¿Qué son las arañas vasculares?

La  telangiectasia, conocida como arañas vasculares, es una afección donde se produce daño en vasos sanguíneos superficiales de la piel, observándose a simple vista de color rojo, azul, morado o incluso verdoso si están un poco más profundo. Se presentan como vasos sanguíneos en ramificaciones cuya formación se asemeja a una telaraña o las ramas de un árbol. De ahí que se refieran con este nombre a esta condición.

Se considera que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, es mucho más común que se observe en zonas como la cara o las piernas. Se presentan como vasos sanguíneos dilatados que al inicio tiene un aspecto con color rojizo. Su tamaño es variado. Aunque es más común que se agrupen en ramificaciones de centímetros, es posible que lleguen a abarcar un área mucho más grande, ocurriendo con mayor frecuencia en las piernas. En estos casos, tienden a tornarse de un color azulado.

A pesar de que pueden causar cierta preocupación en la persona, se considera una afección inofensiva y no representa ningún riesgo a la salud. Su aparición significa que ha ocurrido algún daño en los vasos sanguíneos más pequeños. Aun así, puede generar incomodidad en quien lo padece ya que puede observarse como algo poco estético.

Es una condición bastante común. Si bien puede aparecer en cualquier persona, es mucho más común en mujeres que en hombres. Afecta a más del 50% de la población femenina, existiendo una mayor predisposición en personas mayores de 80 años.

En algunos casos puede considerarse un signo de alerta. Puede aparecer en personas que tienen riesgo de sufrir insuficiencia venosa crónica. Es una enfermedad que puede provocar un inadecuado retorno venoso, lo cual ocasiona la aparición de várices y arañas vasculares. Razón por la que se recomienda hacer estudios para descartar.

Arañas vasculares y venas varicosas

Muchas personas confunden estas dos condiciones. Un detalle muy importante sobre las arañas vasculares es que no se trata de venas. Aquí se encuentran implicados vasos sanguíneos dañados más pequeños como capilares, vénulas y arteriolas. Y estos se encuentran conectados a vasos sanguíneos de mayor tamaño, por lo que resulta mucho más cómodo denominar esta afección con este nombre. No presentan síntomas, por lo que los tratamientos se centran en resolver el asunto estético.

En el caso de las venas varicosas, son venas dañadas que se muestran abultadas y de mayor tamaño. Las venas son los vasos sanguíneos encargados de devolver la sangre que ha sido utilizada por otros órganos y tejidos de vuelta al corazón. Para quienes presentan este cuadro, es común que les cause dolor y molestias en las piernas, por lo que el tratamiento no solo será estético sino que ayude a resolver el malestar que generan.

A pesar de ser condiciones diferentes, existe una alta probabilidad de que las personas con arañas vasculares también sufran de venas varicosas ya que la causa puede estar relacionada.

Causas

Las arañas vasculares son consideradas una afección adquirida. Esto quiere decir que la persona no nace con ellas, sino que es causada por otros factores con los años de vida. No existe ninguna causa específica por las que aparecen, por lo que tampoco está relacionado con una enfermedad en específico.

Se sabe que su color azulado está relacionado con la falta de oxigenación de la sangre en la zona afectada. En primera instancia se ha asociado a un mal funcionamiento de las válvulas venosas, provocando que la sangre no circule correctamente de retorno al corazón. También es posible que se produzca en las piernas por acumulación de sangre consecuencia de hipertensión venosa.

Se ha comprobado que pacientes con cirrosis tienen una alta predisposición a desarrollar telangiectasias de gran tamaño. La exposición a altas temperaturas provocan su aparición. Incluso se ha reconocido como un riesgo el permanecer mucho tiempo sentado o de pie, algo que suele suceder en personas con trabajos que lo requieren. Sin embargo, sus causas pueden ser más extensas, figurando: 

• Cambios hormonales.
• Factores genéticos.
• Enfermedades del tejido conectivo.
• Lesiones.
• Algunos estudios afirman que algunas enfermedades pueden aumentar la probabilidad de arañas vasculares. Entre estas figuran la rosácea, la insuficiencia venosa crónica y el lupus. 

Teniendo en cuenta esto, se sabe que algunos de los factores de riesgo que pueden estar relacionado son:

• Mujeres embarazadas.
• Uso de anticonceptivos hormonales.
• Tratamientos hormonales, sobre todo en mujeres en menopausia.
• Antecedentes familiares de casos de venas varicosas o arañas vasculares.
• Uso de cremas con esteroides.
• Sufrir de obesidad, asociado a personas con índice de masa corporal mayor a 30.
• Exposición al sol de forma prolongada.
• Fumar o haber sido fumador.
• Edad, mucho más común en adultos mayores.

Síntomas

Se sabe que es una condición inofensiva, por lo que no es común que las arañas vasculares ocasionen algún síntoma o malestar. Aun así, se ha comprobado que un pequeño porcentaje de la población afectada llegue a presentar molestias como:

• Sensación caliente o de calor.
• Calambres.
• Picor.
• Cansancio en las piernas.
• Dolor.

Muchos profesionales aseguran que estos síntomas no están relacionados directamente con las arañas varicosas. Si se tratan, es muy probable siga presentando estas sensaciones. Y suele estar relacionado con pasar mucho tiempo de pie.

Diagnóstico

Si se observa la aparición de telangiectasia, es recomendable acudir a consulta médica para descartar cualquier posible relación con insuficiencia venosa crónica. En primera instancia, el médico iniciará con la historia médica. Indagará todo con respecto a la salud del paciente y sus antecedentes familiares.

Lo siguiente será una exploración física para estudiar la zona afectada y si existe hinchazón. Es posible que se realice una ecografía para observar el funcionamiento de las válvulas venosas o si se ha formado algún coágulo. En el caso de que se compruebe que el paciente sufre de insuficiencia venosa crónica, deberá ser remitido a un cirujano vascular para evaluarlo.

Tratamiento

Cuando se trata de arañas vasculares, el tratamiento está dirigido a eliminar estas lesiones para mejorar el aspecto de la zona afectada. Por lo general, se utilizan los siguientes métodos:

• Escleroterapia: es un tratamiento mínimamente invasivo que consiste en la inyección de una solución química que ayuda a destruir la araña vascular. Logra secar el líquido contenido en el vaso sanguíneo, lo cual favorece su eliminación. Tarde de 3 a 6 semanas que la piel vuelva a su estado normal. Es posible que se recomienden varias sesiones para lograr los resultados esperados.
• Terapia con láser: es un tratamiento no invasivo que se recomienda en casos de arañas vasculares en la cara. Se aplica sobre la piel un láser que emite calor, lo cual ayuda a eliminar la lesión. En el caso de telangiectasias pequeñas, pueden desaparecer de inmediato tras el tratamiento. Mientras que, si son más grandes, requerirán más sesiones.

Los profesionales de la salud también recomiendan mantener una alimentación saludable y una vida activa para lograr mejorar la circulación sanguínea, favoreciendo la desaparición de las arañas. Cuando la condición esté relacionada a un caso de insuficiencia venosa crónica, será necesario primero tratar esta afección. 

Prevención

Si ha tenido arañas vasculares, existe el riesgo de que estas vuelvan a aparecer. Sin embargo, se pueden seguir algunas pautas para que no vuelva a ocurrir:

• Si tiene un trabajo que requiere pasar mucho tiempo de pie, cada 30 minutos tome asiento y descanse. Por el contrario, si necesita estar siempre sentado, cada 30 minutos levántese y camine un poco. En este último caso también puede hacer movimientos de los pies, sobre todo flexiones. Y para mejorar el flujo de sangre, haga contracciones de los músculos de la pantorrilla.
• Evite el uso de ropa ajustada ya que impide la correcta circulación sanguínea.
• Haga ejercicio de forma regular para mejorar la circulación sanguínea, sobre todo de las piernas.
• Mantenga un peso adecuado.
• Realice levantamiento de piernas durante 30 minutos dos veces al día.