Disbiosis intestinal: síntomas, causas y tratamiento

Disbiosis intestinal síntomas causas y tratamiento

La disbiosis intestinal se relaciona con una alteración del equilibrio de la microbiota intestinal. Se trata de un cuadro bastante común en la actualidad, que se ha asociado sobre todo a los hábitos de vida poco saludables. Muchos de estos casos se ven potenciados por una dieta inadecuada donde existe un alto consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares y grasas.

En general destaca por la aparición de molestias gastrointestinales. Sin embargo, se afirma que la disbiosis puede incidir en el desarrollo de ciertas patologías como el cáncer o una afección cardiovascular. Incluso puede afectar ciertas funciones neurológicas relacionadas con una disminución de la absorción adecuada de nutrientes.

Índice
  1. ¿Qué es la disbiosis intestinal?
  2. Tipos de disbiosis intestinal
    1. Aumento de la presencia de bacterias patógenas
    2. Disminución de microorganismos beneficiosos
    3. Pérdida de diversidad microbiana
  3. Síntomas
  4. Causas de la disbiosis intestinal
    1. Antibióticos
    2. Alto consumo de proteína animal
    3. Dieta inadecuada
    4. Disminución del consumo de frutas y vegetales
    5. Hábitos pocos saludables
  5. Diagnóstico
  6. Tratamiento y prevención

¿Qué es la disbiosis intestinal?

Para entender este término es necesario conocer qué es la microbiota intestinal y su relación con la salud humana. Este concepto hace referencia al conjunto de microorganismos que habitan en el tracto intestinal o intestino. En muchos casos es mal llamada flora intestinal que, aunque no es el término adecuado para definirla, suele ser el más común usado por los pacientes.

Se trata de un ecosistema diverso, conocido como microbioma, donde se pueden encontrar bacterias, hongos, protozoos y levaduras. Se trata de microorganismos de grandes beneficios para la salud. Cada uno de estos cumplen funciones esenciales destinadas a que se mantengan las defensas del sistema inmunitario. En realidad, se reconoce que el intestino es una zona donde existe la presencia de un gran número de células que intervienen en la producción de anticuerpos.

Disbiosis intestinal

Para que logren cumplir cada una de sus funciones, es necesario que la microbiota permanezca equilibrada. Cuando ocurre un desbalance o ruptura del equilibrio, es el momento en que se habla de disbiosis intestinal. Esto puede traducirse en una disminución o aumento de la cantidad de microorganismos. Incluso, aunque son considerados beneficiosos, en grandes cantidades pueden desencadenar problemas de salud afectando las funciones biológicas del propio organismo.

Tipos de disbiosis intestinal

Si bien en todos los casos hablamos de una alteración del equilibrio de los microorganismos que habitan en el intestino, la manera en que se produzca definen una variedad de tipos de disbiosis intestinales, logrando diferenciarse en tres:

Aumento de la presencia de bacterias patógenas

En nuestra microbiota intestinal se puede observar la presencia de bacterias patógenas que se encuentran ahí de manera natural. Forman parte de nuestro organismo. Mientras estas se encuentren en una cantidad controlada y adecuada, no representan un riesgo para la salud.

En el momento que se produce un aumento en el crecimiento de este grupo de microorganismos es que se empiezan a desarrollar problemas. En general, se hace referencia a la Escherichia coli y Shigella, ambas pertenecientes a la familia Enterobacteriaceae. Este cuadro se ha asociado mucho a enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn.

Disminución de microorganismos beneficiosos

Se relaciona con la pérdida de microorganismos que cumplen funciones esenciales para el funcionamiento del organismo. Muchas de estas se encargan de la producción de ácidos grasos de cadena corta, los cuales poseen una acción antiinflamatoria que pueden tener un efecto positivo para tratar o prevenir enfermedades inflamatorias. Esto se logra gracias a que favorecen la producción de células inmunes. Al mismo tiempo, intervienen en la reducción de ciertos tipos de citoquinas.

Las Bifidobacterias y los Lactobacillus, pertenecientes al género de bacterias gram-positivas, no solo cumplen esta función. También se le ha asociado beneficios para el fortalecimiento del sistema inmune, además ayudan a mantener una barrera protectora en el intestino, logrando combatir patógenos.

Al reconocer su importancia es que se puede resaltar que una disbiosis intestinal de este tipo puede afectar a la defensas del sistema inmune. De esta manera, el cuerpo se hace susceptible ante cualquier microorganismo nocivo. Y en general está relacionado con hábitos de vida poco adecuados.

Pérdida de diversidad microbiana

La presencia de una microbiota diversa incide de manera positiva sobre la salud de la persona. Al haber un desequilibrio, inmediatamente puede observarse la aparición de ciertas enfermedades o síntomas. En realidad, estos casos se relacionan estrechamente con las alergias o el desarrollo de asma.

Síntomas

Cuando se produce la disbiosis intestinal, es muy común que se produzcan molestias digestivas. Sin embargo, no todos los síntomas que aparecen pertenecen a este grupo. La sintomatología que se cursa puede abarcar:

  • Problemas gastrointestinales que abarcan cuadros de diarrea, inflamación abdominal, estreñimiento, acidez, gases, mala absorción, entre otros.
  • Alteración de los procesos metabólicos producto de una mala absorción de nutrientes.
  • Problemas musculares y articulares, siendo muy común la inflamación de las articulaciones.
  • Susceptibilidad ante infecciones.
  • Problemas cutáneos como la aparición de eczema, picazón, erupciones, acné, entre otros.
  • Cansancio sin causa aparente.
  • Dolor de cabeza y migrañas.
  • Aparición de intolerancias alimentarias al producirse dificultad en la digestión de ciertos alimentos. Esto se encuentra estrechamente relacionado con las alteraciones metabólicas.
  • Irritabilidad y cambios de humor.
  • Problemas para dormir.
  • Retención de líquidos.

Síntomas de la disbiosis intestinal

En algunos casos se presenta como un cuadro inespecífico y no está relacionado con ninguna enfermedad. No solo dificulta el diagnóstico sino que afecta la calidad de vida del paciente. Sin embargo, esta alteración de la microbiota puede aumentar la probabilidad de padecer ciertos trastornos como la obesidad o la diabetes tipo 2. Incluso se ha relacionado con alteraciones de los procesos neurológicos.

Causas de la disbiosis intestinal

La disbiosis intestinal es provocada por una alteración de la microbiota intestinal. De esta manera, se asegura que la gravedad del cuadro estará condicionada por la causa que haya ocasionado este cuadro. En este sentido se puede hablar de una disbiosis transitoria si se presenta un aumento de bacterias patógenas o disminución de bacterias beneficiosas. Mientras que se reconoce como disbiosis patológica si se presenta alteración en ambos tipos de bacterias. Y, por lo general, se encuentra asociado a otros problemas de salud como alergias o enfermedades inflamatorias.

Entre las causas más comunes por las que se desarrolla disbiosis intestinal se encuentran las siguientes:

Antibióticos

Son medicamentos esenciales para combatir bacterias patógenas que afectan nuestra salud. Sin embargo, su efecto puede afectar a las bacterias beneficiosas, por lo que solo deben ser recetados únicamente en casos donde es indispensable su acción. Un mal uso de estos fármacos puede llegar a provocar que las bacterias muten y se vuelvan resistentes al antibiótico. Como consecuencia, es posible observar infecciones complicadas y más difíciles de tratar.

Al ser un efecto secundario la eliminación de las bacterias beneficiosas, se favorece la proliferación de bacterias patógenas que se encuentran regularmente en el tracto intestinal. Esto da lugar a la disbiosis intestinal. Al haber una alteración en la microbiota puede desencadenar la aparición de infecciones gastrointestinales, colitis, entre otros. De esta manera, se debe cumplir el tratamiento según lo que indique el médico a menos que se produzcan otros efectos de mayor gravedad.

Alto consumo de proteína animal

Si bien su consumo es importante para lograr el aporte nutritivo necesario para el funcionamiento del organismo, es posible que en cantidades exageradas desencadene un cuadro de disbiosis intestinal. Esto se ha asociado considerablemente al consumo de carnes rojas y procesadas, afectando a la microbiota y provocando alteraciones.

Dietas con un alto consumo de proteína animal se ha relacionado con cuadros inflamatorios y aumento de la probabilidad de padecer cáncer colorrectal. Se asocia al hecho de que ha ocurrido una ruptura del equilibrio de la microbiota provocando una disfunción de la barrera intestinal. Como consecuencia, aumenta el riesgo de vulnerabilidad a cualquier patógeno.

Dieta inadecuada

Esto se ha relacionado con un aumento en la ingesta de ultraprocesados, grasas y azúcares. Alimentos que pertenecen a este grupo aumentan la fermentación bacteriana, lo cual tiene un efecto negativo sobre las bacterias beneficiosas encargadas de la producción de ácidos grasos de cadena corta.

Cuando se reduce este proceso, se puede presentar un aumento en la permeabilidad intestinal provocando que el organismo absorba sustancias tóxicas. En muchos casos este hecho se ha asociado a cuadros de inflamación crónica que puede derivar en otras patologías o afecciones.

Aquí también se puede incluir un bajo consumo de fibra, sobre todo fibra fermentable. Esta se ha asociado a un efecto prebiótico, lo cual permite que las bacterias puedan obtener los nutrientes necesarios para realizar sus funciones. De la misma manera se afirma que la fibra tiene un efecto protector ante ciertas enfermedades como ciertos tipos de cánceres. Si se reduce su ingesta entonces provocará un desequilibrio en el estado de la microbiota.

Disminución del consumo de frutas y vegetales

El consumo de estos alimentos es esencial para lograr la producción de ácidos grasos de cadena corta. Así mismo, son fuente clave de antioxidantes, otorgando un efecto antiinflamatorio y fortaleciendo el sistema inmune para combatir patógenos y enfermedades. Muchos de estos tienen una acción prebiótica lo cual favorece el equilibrio de la microbiota.

Cuando se disminuye su consumo existe un alto riesgo de que se genere una disbiosis intestinal. Esto sobre todo se asocia al hecho de que se tiene prioridad sobre otro tipo de alimentos, que provoca la disminución de bacterias beneficiosas o proliferación de las bacterias patogénicas.

Hábitos pocos saludables

En primera instancia se habla del consumo de tabaco y alcohol. De por sí son sustancias nocivas para la salud humana. Pero cuando se relaciona con la microbiota puede crear un desequilibrio que favorezca la absorción de sustancias tóxicas. Esto es causado por un debilitamiento de la barrera intestinal, logrando que sea muy permeable.

También se habla de una actividad física reducida o sedentarismo. Al no ejercitarse, esto puede afectar la salud metabólica de la persona, incidiendo sobre el ecosistema de bacterias intestinales.

Al mismo tiempo, las personas que sufren sobrepeso y obesidad tienden a sufrir de disbiosis intestinal. Por lo general, al padecer de este cuadro también es más fácil ganar peso, convirtiéndose en un ciclo difícil de romper. Es esencial mantener una dieta saludable para lograr el equilibrio de la microbiota.

Diagnóstico

Para diagnosticar adecuadamente la disbiosis intestinal es necesario realizar un análisis que permita cuantificar los microorganismos presentes en las heces. Esto suele solicitarse después que el paciente acude a consulta médica y describe su sintomatología. 

Diagnóstico de disbiosis

En su mayoría suele investigarse la presencia de Lactobacillus, E. coli, Enterococcus, Bifidobacterium y Bacteroides spp y Prevotella. También se hace un estudio para indagar si existe algún virus o parásito presente.

Tratamiento y prevención

Para la aplicación de un tratamiento efectivo es necesario identificar la bacteria implicada en la disbiosis intestinal. Sin embargo, debe ser indicado de manera personalizada, siempre manteniendo el uso de probióticos y prebióticos. También se considera esencial la administración de un tratamiento para la causa subyacente, y todo acompañado de una dieta equilibrada. En el caso de que exista la presencia de alguna bacteria patógena se recomendará el uso de antibióticos para controlar su crecimiento.

Sin embargo, se considera esencial mantener medidas preventivas que ayuden a evitar estos cuadros:

  • Lavar y desinfectar las frutas y verduras adecuadamente. De la misma manera se recomienda cocinar bien los alimentos de origen animal.
  • Mantener una dieta variada y equilibrada, sobre todo con un alto consumo de frutas y verduras.
  • Aumentar el consumo de fibra y alimentos prebióticos.
  • Incluir alimentos probióticos en la dieta como el yogurt.
  • Realizar actividad física regular.
  • Reducir el consumo de grasas, ultraprocesados y azúcares.
  • Lograr un descanso adecuado.
  • Evitar el estrés y el consumo de sustancias nocivas como el alcohol y el tabaco.

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