Hidrocefalia: qué es, causas y tratamiento

Hidrocefalia qué es causas y tratamiento

La hidrocefalia se reconoce como una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en las cavidades del cerebro. Si bien este líquido cumple funciones esenciales para asegurar la salud del cerebro y la médula espinal, en cantidades excesivas puede provocar presión sobre el cerebro, afectando su funcionamiento.

Aunque supone un riesgo en la salud de cualquier persona, en el caso de los bebés y los niños genera mucha preocupación ya que puede afectar su desarrollo normal, tanto físico como cognitivo. Es así como se considera esencial la atención temprana de esta condición.

Índice
  1. ¿Qué es la hidrocefalia?
  2. Tipos de hidrocefalia
  3. Causas de la hidrocefalia
  4. Síntomas
  5. Diagnóstico 
  6. Tratamiento
    1. Complicaciones de tratamiento
  7. Pronóstico

¿Qué es la hidrocefalia?

Se le conoce como hidrocefalia a la acumulación excesiva y anormal de líquido cefalorraquídeo en las cavidades del cerebro. Este término deriva del griego hidro que significa “agua”, y cephalus que significa “cabeza”. Y es que en el pasado era descrito como agua en la cabeza, lo cual sigue estando asociado a esta patología. 

En condiciones normales, el líquido cefalorraquídeo se encuentra rodeando al cerebro y la médula espinal. Este líquido incoloro y transparente va fluyendo a través de los ventrículos. El mismo se encarga de transportar nutrientes y ayuda a eliminar sustancias desecho del cerebro. Pero sobre todo funciona como un amortiguador de este órgano y la médula espinal, evitando que se lesione. 

Hidrocefalia

De forma regular la sangre absorbe esta sustancia y el organismo produce más. Sin embargo, en algunos casos este proceso se ve interrumpido, o su flujo se estanca, lo que conlleva a una acumulación del líquido cefalorraquídeo. Como consecuencia, esta cantidad será excesiva lo que provoca que los ventrículos se agranden.

Todo este cuadro clínico deriva en un aumento de la presión intracraneal, o mejor conocida como elevación de la presión dentro del cráneo. Y a su vez, genera presión sobre el cerebro. Si esto ocurre, el funcionamiento de este órgano se verá afectado. De la misma forma se verán comprometidas muchas funciones del organismo, como la visión o la motricidad. Incluso se considera como una condición que aumenta el riesgo de muerte.

En general se considera que son más los niños que nacen con hidrocefalia, calculando que  uno o dos de cada 1.000 bebés que nacen sufren esta patología. Aun así, se reconoce que niños de edad más avanzada o incluso adultos pueden padecerla. Y es que en muchos casos se produce por algún traumatismo, tumor, infecciones, hemorragias, entre otros.

Tipos de hidrocefalia

Si bien todos los tipos de hidrocefalia convergen en el hecho de que el líquido cefalorraquídeo se acumula, cada uno se diferencia en la forma en que se produce esta condición. Es así como se han logrado diferencia seis tipos:

  • Hidrocefalia adquirida: se produce tras el nacimiento o mucho tiempo después de este momento. Se asocia a enfermedades o lesiones a nivel del cráneo.
  • Hidrocefalia congénita: la acumulación de líquido puede estar presente incluso antes del nacimiento. Se produce durante el desarrollo fetal, pudiendo estar relacionado su origen con causas genéticas. Hidrocefalia comunicante: el flujo de líquido cefalorraquídeo se ve interrumpido una vez que sale fuera de los ventrículos. Se considera que es producto del engrosamiento de la capa aracnoidea, lo cual provoca el bloqueo del flujo. Y se denomina comunicante debido a que el líquido puede seguir fluyendo entre otros ventrículos.
  • Hidrocefalia no comunicante: también se le denomina hidrocefalia obstructiva. Se produce un bloque entre los conductos que comunican los ventrículos, lo cual provoca que se acumule el líquido en las cavidades.
  • Hidrocefalia normotensiva: se observa un agrandamiento de los ventrículos aunque no se produce un aumento de la presión intracraneal, o resulta en una elevación mínima. A pesar de esto, la cantidad de líquido que se acumula es mucho mayor en comparación con los dos tipos de hidrocefalia descritos anteriormente. Sin embargo, la acumulación se produce de forma lenta, lo que provoca la aparición de síntomas de forma tardía. Es más común en adultos mayores.
  • Hidrocefalia ex vacuo: ocurre por daño cerebral producto de un traumatismo, enfermedades degenerativas o accidente cerebrovascular. Como consecuencia, el tejido cerebral se atrofia por lo que el líquido cefalorraquídeo se acumula para rellenar este espacio. A pesar de que se agrandan los ventrículos, no aumenta la presión intracraneal.

Causas de la hidrocefalia

Son muchas las razones asociadas a la hidrocefalia, considerándose un cuadro congénito o adquirido. En los casos donde se produce desde el desarrollo fetal, puede estar sujeto a factores genéticos o ambientales. Se asocian a esta situación las siguientes causas:

  • Espina bífida y otros defectos del cerebro y del tubo neural.
  • Estenosis acueductal, condición donde se observa un estrechamiento del conducto entre el tercer y cuarto ventrículo.
  • Parto prematuro, presentando complicaciones como el sangrado dentro de los ventrículos.
  • Infecciones en el embarazo que ocasionan inflamación del tejido cerebral del feto. Tal es el caso de la rubéola.

Cuando se trata de hidrocefalia adquirida, se considera que son muchos los factores que pueden provocar su aparición, siendo común:

  • Traumatismo craneoencefálico.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Tumores en el cerebro o la médula espinal.
  • Infecciones en el cerebro o la médula espinal como la meningitis.

En los casos donde se presenta hidrocefalia normotensiva, se ha observado que muchos pacientes han desarrollado esta condición a causa de una hemorragia o de una complicación de una cirugía. Aunque existe la posibilidad de que no se encuentre causa aparente de su origen.

Presión intracraneal en hidrocefalia

Síntomas

El cuadro clínico que presente el paciente puede verse condicionado según su edad. También los síntomas pueden variar dependiendo de la progresión de la enfermedad o de su tolerancia a la acumulación de líquido cefalorraquídeo. 

Cuando se trata de bebés, se puede observar:

  • Cabeza inusualmente grande.
  • Fontanelas aumentadas en la cabeza del bebé.
  • Mirada del bebé hacia abajo.
  • Vómitos.
  • Somnolencia.

Los niños mayores pueden presentar:

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Problemas de visión.
  • Retrasos en el desarrollo.

Los adultos pueden mostrar los siguientes signos:

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Problemas de visión.
  • Cansancio.
  • Problemas de equilibrio y coordinación.
  • Pérdida de memoria a corto plazo.

Mientras que los adultos mayores suelen presentar la siguiente sintomatología:

  • Alteraciones de la marcha.
  • Demencia leve.
  • Problemas de memoria.
  • Pérdida del control de la vejiga.

Diagnóstico 

Cuando se sospecha de los síntomas de la hidrocefalia, se debe acudir a un especialista en neurología para que realice el diagnóstico pertinente. Se le solicitarán algunas pruebas de imagen del cerebro como una ecografía, tomografía computarizada o resonancia magnética. Esto suele ser común en el caso de bebés y niños.

Cuando se trata de adultos, es posible que se soliciten otras pruebas como:

  • Punción lumbar.
  • Monitoreo de la presión intracraneal.
  • Examen fundoscópico, una prueba que permite evaluar la parte posterior del ojo.

Tratamiento

Un detalle de importancia de la hidrocefalia es que se trata de una condición que no mejora por sí sola. Es necesario aplicar un tratamiento, teniendo mejor pronóstico si se atiende en las primeras etapas. Sin embargo, se reconoce que solo puede ser tratable mediante cirugía, pudiendo optar por:

  • Derivación: es el tratamiento más frecuente que se aplica para casos de hidrocefalia. Se coloca en el cerebro un dispositivo conocido como derivación. Tiene un tubo que permite drenar el líquido a otra parte del cuerpo para que así pueda ser absorbido.
  • Ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo (ETV): se crea una abertura en el piso del tercer ventrículo, lo cual permite el flujo de líquido cefalorraquídeo. Es recomendado en niños mayores de dos años.

Tratamiento de la hidrocefalia

Complicaciones de tratamiento

En general no se ha observado ninguna complicación tras la cirugía para drenar el líquido cefalorraquídeo. Sin embargo, existe el riesgo de que, en caso de derivaciones, el dispositivo falle, se rompa o produzca una infección. Por esta razón, se considera esencial realizar revisiones periódicas. El paciente deberá ser sometido a otra cirugía para solucionar la complicación.

En el caso de la ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo, el orificio puede cerrarse lo que puede poner en riesgo la salud y la vida de la persona.

En ambos casos se pueden presentar los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza.
  • Problemas de visión.
  • Náuseas .
  • Vómitos.
  • Cansancio o fatiga.
  • Dolor muscular en el cuello o en los hombros.
  • Convulsiones.
  • Enrojecimiento o sensibilidad en el área de la derivación.
  • Febrícula.

Pronóstico

Se considera que las personas que se someten a un tratamiento para la hidrocefalia pueden llevar una vida relativamente normal. Sobre todo si se mantienen en control y se realizó el procedimiento en etapas tempranas. Aun así, esto se ve condicionado según la gravedad del cuadro y el paciente. De esta forma, se recomienda enfocarse en los síntomas para lograr una atención oportuna. En el caso de los niños, la hidrocefalia puede provocar problemas en el desarrollo físico y cognitivo del individuo.

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