Meralgia parestésica: causas, síntomas y tratamiento

Meralgia parestésica causas síntomas y tratamiento

La meralgia parestésica es una condición que afecta la sensibilidad del muslo provocando la aparición de dolor intenso, agudo y persistente. A pesar de no ser considerada una complicación que ponga en riesgo la salud de la persona, sí puede provocar mucha incomodidad. Incluso puede impedir realizar ciertas actividades.

Es posible que se note una mejoría aplicando ciertas medidas como el reposo o analgésicos para reducir el dolor. Sin embargo, cuando no se observe ninguna mejoría, lo mejor es acudir a un médico que recomiende opciones terapéuticas para lograr mejorar el cuadro. A continuación, te explicamos lo que necesitas saber acerca de esta afección e identificar sus síntomas.

Índice
  1. ¿Qué es la meralgia parestésica?
  2. Síntomas
  3. Factores de riesgo
  4. Causas 
    1. Meralgia parestésica en el embarazo
  5. Diagnóstico
  6. Tratamiento
  7. Prevención

¿Qué es la meralgia parestésica?

La meralgia parestésica, denominada también como el síndrome de Bernhardt-Roth, es una afección médica neurológica producto de una compresión del nervio cutáneo femoral lateral, conocido también como nervio cutáneo lateral del muslo. Su función es proporcionar sensibilidad a la parte lateral y frontal del muslo. Cuando se produce esta afección, aparecen síntomas como dolor, ardor o entumecimiento en la parte externa del muslo.

Se reconoce que este nervio es susceptible a lesiones lo cual se considera el desencadenante de la sintomatología. Aun así, se considera que esto suele estar mayormente asociado a la población de riesgo, pudiendo observarse una incidencia de 32 por cada 100.000 pacientes al año. Por lo que no se considera una afección de poca frecuencia o rara.

Meralgia parestésica

Su nombre deriva de meralgia que significa dolor en el muslo, y parestésica cuyo significado es sensación de hormigueo o ardor. En conjunto hacen referencia al cuadro clínico o síntomas que provoca esta patología. A pesar de que puede llegar a impedir o incomodar la realización de ciertas actividades, la realidad es que es una afección benigna y que no representa ningún riesgo para la salud de la persona.

Para el diagnóstico es clave la descripción de cada uno de los signos que se presentan así como el examen físico. Y como se decida abordar será personalizado según la severidad del caso, aunque se considera una afección de fácil tratamiento. Sin embargo, es posible observar cuadros severos, siendo recomendado el uso de fármacos. Si no consigue mejorar, el médico evaluará la posibilidad de una intervención quirúrgica para mejorar los síntomas y tratar la condición.

Síntomas

La meralgia parestésica puede identificarse con facilidad debido a que sus síntomas se presentan en un solo lado del cuerpo. Destaca la sensación dolorosa o de ardor que baja hasta por la parte superior externa del muslo, siendo el primer signo de alerta en el paciente. También se acompaña con otros síntomas como:

  • Hormigueo o entumecimiento del muslo.
  • Aumenta la sensibilidad al dolor, siendo evidente cuando se toca el muslo.
  • Dolor en la zona de la ingle y las nalgas.
  • Sensibilidad al calor.
  • Alivio cuando se está en reposo o relajado.

El cuadro clínico puede empeorar cuando la persona se encuentra de pie o camina. A pesar de esto, no suele haber afectación motora ya que se sigue conservando la fuerza y no hay daños al músculo. Aun así, puede impedir realizar ciertas actividades por las molestias que se presentan.

En el caso de niños y personas jóvenes, se ha observado que las molestias están relacionadas mayormente a sensaciones dolorosas.

Factores de riesgo

Según estudios, se calcula que un aproximado entre 3 y 6 personas de cada 10.000 pueden sufrir de meralgia parestésica al año, teniendo una mayor prevalencia en los hombres. Se trata de una patología común, aunque en muchos casos puede ser mal diagnosticada.

Sin embargo, se considera que casi cualquier persona puede desarrollar esta afección, considerándose como factores de riesgo:

  • Tener una edad entre 30 y 40 años.
  • Sufrir de sobrepeso u obesidad.
  • Es un paciente con hipotiroidismo o diabetes.
  • Sufre de algún trastorno por consumo de alcohol.
  • Intoxicación por plomo.
  • Se lesionó con un cinturón de seguridad producto de un accidente automovilístico.
  • Embarazo.
  • Cirugías de cadera recientes.
  • Utiliza ropa muy ajustada o que funciona como faja.
  • Usa cinturones pesados.
  • Las piernas tienen longitudes diferentes.
  • Sufre de escoliosis.

Causas 

Las razones por las que se produce la meralgia parestésica son variadas. No obstante, se ha comprobado que en muchos casos no se logra identificar aunque sí es posible tratar adecuadamente la condición.

El origen de esta afección se identifica como la compresión del nervio cutáneo femoral lateral (NCFL). Es un nervio sensorial formado por las raíces nerviosas de L3-L4 que nace desde la médula espinal y se extiende por la región pélvica hasta llegar a la parte exterior del muslo, antes de la rodilla. 

 

La afección puede ser producto de una lesión por traumatismo, inflamación o presión del nervio, estando asociadas las siguientes causas como los detonantes:

  • Practica algún tipo de deporte que aumente el riesgo de padecer de meralgia parestésica. Tal es el caso de béisbol, gimnasia, culturismo, entre otros.
  • Crecimiento de tumores benignos, como neuromas, en el nervio.
  • Desarrollar tumores benignos o cancerosos en la zona de la pelvis o intraabdominales. Pueden llegar a comprimir el nervio.
  • La afectación de nervios producto de enfermedades como diabetes.
  • Adoptar una posición corporal inadecuada. Es común en personas que se mantienen encorvados.
  • Realizar movimientos repetitivos en las piernas.
  • Sufrió una lesión reciente en la zona de la cadera.
  • Estar de pie o caminar mucho tiempo.
  • Aumento de peso, lo que provoca mayor presión en los nervios.

Meralgia parestésica en el embarazo

Se trata de una condición bastante común durante el embarazo. El crecimiento del feto ejerce presión en la zona de la ingle, lo cual provoca la compresión del nervio lingual derecho del muslo. Pueden aparecer en cualquier etapa de la gestación, incluso después de dar a luz. Por lo general se resuelve por sí sola, aunque puede ayudar utilizar ropa holgada y analgésicos.

Diagnóstico

Se considera que la meralgia parestésica se puede diagnosticar con tan solo indagar los síntomas y realizar un examen físico. El médico también deberá conocer el estilo de vida del paciente así como su historial clínico. Es posible que realice muchas preguntas debido a que las causas de esta afección son multifactoriales.

No se necesitan pruebas costosas. Por lo general, se realizará una prueba de compresión pélvica, siendo necesario aplicar presión sobre el muslo para descartar cualquier otra afección. También se evaluará a través de pruebas de tacto y reflejo.

En los casos donde no se determine la causa de la patología, será necesario realizar otras pruebas complementarias para lograr el diagnóstico. Es posible que se solicite:

  • Pruebas hormonales para descartar hipotiroidismo.
  • Niveles de vitamina B para descartar deficiencia de vitamina B12 o folatos. Ambos se encuentran relacionados con la función nerviosa.
  • Pruebas de envenenamiento por plomo.
  • Análisis de niveles de glucosa para descartar diabetes.
  • Hemograma completo para detectar anemia.
  • Radiografía de la pelvis o muslo que permitan descartar otras afecciones.
  • Otras pruebas de imagen como tomografía computarizada o resonancia magnética para evaluar los nervios o detectar problemas de la columna vertebral.
  • Prueba de conducción nerviosa, pudiendo evaluar la función de los nervios al enviar señales eléctricas por medio de electrodos.

Tratamiento

El tratamiento para aliviar la meralgia parestésica se centra en abordar la causa subyacente. En primera instancia se recomendará cambio de dieta alimentaria y ejercicio para bajar de peso, utilizar vestimenta holgada o evitar el uso de cinturones o implementos que impidan el libre movimiento.

Sin embargo, esto debe acompañarse de otras medidas como:

  • Aplicar frío o calor para aliviar los síntomas. 
  • Administrar analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno.
  • Aplicar medicamentos tópicos como la capsaicina o la lidocaína.
  • Reposo o reducción de la actividad.
  • Sesiones de fisioterapia.

Tratamiento meralgia parestésica

A nivel médico, es posible que el tratamiento indicado por el médico se base en:

  • Ablación nerviosa por radiofrecuencia: se utilizan ondas de radiofrecuencia que generan calor en la zona permitiendo destruir el nervio en la zona afectada. Esto evita que se envíen señales de dolor al cerebro.
  • Medicamentos: se recetan fármacos para el dolor neuropático. Suele ser indicado pregabalina, gabapentina, duloxetina o carbamazepina.
  • Bloqueos nerviosos: inyección de un analgésico local en los nervios afectados para ayudar a disminuir el dolor.
  • Cirugía: es la opción recomendada cuando otros tratamientos no han funcionado. Busca corregir la compresión del nervio, aliviando los síntomas.

Se ha comprobado que en la mayoría de los casos se logra una recuperación exitosa aplicando únicamente las recomendaciones del tratamiento conservador. De 4 a 6 semanas los síntomas deben haber desaparecido. En el caso de mujeres embarazadas, se nota mejoría tras el parto. Mientras que, pacientes con meralgia parestésica producto de una cirugía suelen mejorar al menos 3 meses después del tratamiento.

Si esta condición no se trata, se observará que los síntomas empeoran lo cual incide negativamente con la movilidad de la persona, sobre todo al caminar.

Prevención

Hasta el momento, no se ha encontrado una forma de prevenir la aparición de esta condición. Sin embargo, aplicar ciertas recomendaciones puede ayudar a reducir el riesgo de padecer meralgia parestésica:

  • Mantener una alimentación equilibrada y nutritiva que permita lograr el peso saludable según cada persona.
  • Optar por el uso de ropa holgada y poco apretada.
  • Reducir el uso de cinturones que ejercen presión en la zona de la cintura. También se hace referencia a cinturones de herramientas ya que son pesados.

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