¿Qué significa ser neurodivergente y cómo afecta al individuo?

A pesar de que se ha difundido mayor información, la población neurodivergente todavía se enfrenta a desafíos que dificultan su adaptación a la sociedad. La manera en que trabaja el cerebro varía de una persona a otra. Sin embargo, para estas personas resulta más acentuado ya que existe una alteración en los patrones de funcionamiento del cerebro.

En los últimos años se ha buscado un incremento en la difusión del término neurodiversidad, no solo enfocado en una mejor comprensión de los distintos trastornos. La realidad es que se busca que exista mayor conciencia que permita hacer cambios en la sociedad para asegurar una mejor calidad de vida a estas personas.

¿Qué significa ser neurodivergente?

Para entender a qué se refiere el término neurodivergente, es necesario conocer en primera instancia qué significa la neurodiversidad. Es una palabra acuñada en los años 90, que si bien para el momento solo hacía referencia a la población autista, en la actualidad engloba una gran cantidad de condiciones neurológicas. Esto se relaciona con el hecho de que el cerebro de cada persona funciona de una manera única que, aunque presenta similitud en ciertos patrones, permite compararlo como algo parecido a las huellas dactilares.

De esta manera, se hace referencia al hecho de que estas diferencias son naturales, creando una diversidad asociada al funcionamiento del cerebro. Y es que a simple vista es posible observar que cada persona percibe el mundo de una manera distinta que otros, lo cual genera una respuesta proporcional al estímulo.

Todo esto describe de manera general lo que significa ser una persona neurodivergente. En términos más específicos, se habla de un individuo con una función cerebral fuera de los parámetros normales o típicos. En este sentido, cabe la posibilidad de que la persona no perciba de forma diferente el entorno, sino que su forma de pensar, comportarse y procesar la información sea distintas a los que se conocen como neurotípicos. Este último término hace referencia a una función cerebral con patrones neurológicos dentro del promedio.

Hay también tener en cuenta que muchos de estos patrones han sido establecidos dentro de la sociedad. Aun así, la neurodivergencia ha permitido identificar ciertos diagnósticos como trastorno del espectro autista, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, dislexia, entre otros. Incluso aquí se contemplan casos donde no existe un diagnóstico pero existe una alteración de los patrones neurológicos.

¿Causa alguna complicación?

Se sabe que, si bien aquí se engloba una variedad de condiciones neurológicas, realmente no se ha comprobado que se desarrolle algún tipo de deterioro. Si bien para los neurotípicos se considera como tal, la realidad es que solo se observan obstáculos debido a la percepción del individuo. En muchos casos está relacionado con lo sensorial, aunque no es una norma.

Tampoco quiere decir que sea algo malo. Al contrario, en muchos casos se observan habilidades excepcionales en personas neurodivergentes, incluso teniendo una mayor capacidad de concentración cuando algo es de su interés. Es por esta razón que se recomienda brindar las herramientas para potenciar sus fortalezas y aplicar un tratamiento que les permita reducir los síntomas que interfieren en el alcance de sus metas. Sin embargo, al ser una sociedad neurotípica y estar diseñada bajo estos patrones, es posible que represente un desafío para la población neurodivergente.

Características de las personas neurodivergentes

En este punto es necesario hacer énfasis en el hecho de que no existe un patrón exacto para definir a una persona neurodivergente. La realidad es que cada uno presenta un cuadro específico y, aunque es posible que algunas características se repitan en distintos individuos, no es una norma. Esto está asociado al hecho de que el funcionamiento del cerebro es único en cada persona, sobre todo cuando existe una neurodivergencia.

Signos más comunes

Otro punto relevante es el hecho de que no todos los signos se presentan, incluso observando solo algunos pocos. Tampoco se habla de gravedad, sino de niveles asociados a los grados de apoyo, teniendo en cuenta los síntomas. Aquí se hace referencia a los casos de trastorno del espectro autista.

De manera general, los signos que se observan con mayor frecuencia en la población neurodivergente son:

• Dificultad para concentrarse: un signo bastante frecuente es la dificultad para concentrarse en tareas específicas. Suele relacionarse con el hecho de que para estas personas resultan monótonas o de poco interés.
• Sensibilidad sensorial: tienden a mostrarse susceptibles ante ciertos estímulos como el sonido, la luz, distintas texturas al tacto, entre otros.
• Problemas para interactuar: muchos tienen dificultades para relacionarse con otras personas. Muestran deficiencia en la interacción social. Se les dificulta mantener el contacto visual y comprender el lenguaje no verbal. También se les complica entender las emociones de otros.
• Intereses específicos: desarrollan una pasión por ciertos intereses que logran captar toda su atención.
• Dificultad para organizarse: esto se relaciona estrechamente con la gestión del tiempo, siendo muy difícil organizarse a lo largo del día pudiendo transformarse en frustración.
• Alteraciones del sueño: se observa una dificultad para lograr conciliar el sueño o mantener patrones de sueño estables. Pueden sufrir de insomnio o les resulta difícil volver a dormir si se despiertan.
• Patrones de comportamiento repetitivo: esto no solo se refiere a su forma de actuar, sino también de pensar. De esta manera realizan las cosas de la misma forma una y otra vez, y se sienten incómodos ante los cambios.
• Desafíos con las habilidades motoras: pueden mostrar deficiencia en la motricidad fina y gruesa, llegando a afectar la coordinación. Incluso inciden en el lenguaje.
• Desbordes emocionales: pueden reaccionar de manera desproporcionada ante estímulos específicos.

Tipos de neurodivergencias

Son muchas las condiciones que se clasifican dentro de las neurodivergencias. Cada una se presenta en distintos grados, pudiendo pasar desapercibido. Sin embargo, muchos logran detectarse con facilidad debido a que los comportamientos van fuera de la norma establecida por la sociedad. Aquí destacan:

Trastorno de déficit de atención e hiperactividad

Conocido por sus siglas TDAH, es una condición que se observa desde la infancia y muy común en niños. El individuo tiene problemas para mantenerse concentrado o prestar atención, es desorganizado y mantiene un comportamiento hiperactivo, lo que les impide estar quieto ya que existe una necesidad de mantenerse en movimiento. Esto provoca que se distraigan con facilidad.

Trastorno del espectro autista

También denominado como autismo, destaca por una afectación de las habilidades sociales y de comunicación. Muestran dificultad para socializar o interactuar con otros individuos, presentándose como un desafío de su día a día. También mantienen un comportamiento repetitivo, con intereses específicos y pueden llegar a ser muy detallistas. Es común que desarrollen hipersensibilidad sensorial, generando incomodidad o intolerancia a ciertos estímulos.

Dislexia

Es un trastorno que destaca por una dificultad para identificar letras, fonemas y organizar oraciones. Tampoco entienden de  gramática. Todo esto les dificulta adquirir un adecuado vocabulario. A pesar de que la lectura y escritura se ven afectadas, pueden sobresalir en otras áreas relacionadas con la creatividad.

Dispraxia

Es una neurodivergencia relacionada con las habilidades motoras. Son personas que presentan un trastorno de coordinación, el cual se origina de una dificultad para planificar y ejecutar movimientos. Esto incide sobre la motricidad fina y gruesa, pudiendo afectar tanto tareas sencillas como peinarse como más complejas, siendo difícil correr o saltar.

Síndrome de Tourette

Es un trastorno destacado por la aparición de movimientos repetitivos involuntarios o tics durante la infancia. También se observa que el individuo produce sonido de forma no intencionada y que, al igual que los movimientos, estos son repetitivos. La frecuencia con que se producen varían en torno a la persona y la edad.

Trastorno del procesamiento sensorial

Destaca por una alteración en el procesamiento de información sensorial relacionado con los sentidos, ya sea olfato, tacto, audición, vista o gusto. Esto provoca que el individuo responda de manera inadecuada a los estímulos. La persona puede experimentar una mayor sensibilidad o, por el contrario, que sea poco o escasa. Como consecuencia, es posible que afecte el desarrollo del niño así como su comportamiento.

Otras neurodivergencias

• Trastorno obsesivo compulsivo.
• Discalculia.
• Sinestesia.
• Trastorno bipolar.
• Disgrafia, entre otros.

¿Cómo saber si soy una persona neurodivergente?

Los signos de la neurodivergencia se pueden observar en los primeros años de vida. Sin embargo, existe un gran número de personas que nunca han sido diagnosticadas o tienen un mal diagnóstico. Muchas personas han normalizado el alcance de hitos tardíos, pudiendo figurar como una señal de alerta. El diagnóstico puede ser multidisciplinario. No solo se cuenta con el apoyo de los médicos como pediatras y neurólogos, sino que un psicólogo también puede intervenir en el proceso.

En el caso de personas jóvenes o adultas, muchos suelen observar los signos. Si este es el caso, lo más recomendable es acudir a un profesional para abordar la situación y lograr el diagnóstico adecuado. El hecho de conocerlo no solo permitirá ayudar a reducir los síntomas, sino que permitirá tener una mejor comprensión de la causa del comportamiento y la forma en que funciona el cerebro.

¿Cómo apoyar a una persona neurodivergente?

El mundo tal cual lo como lo conocemos está estructurado según la perspectiva de personas neurotípicas. Esto hace que sea más difícil para un neurodivergente adaptarse. Por lo que existen algunos factores que pueden influir en una mejor calidad de vida de estas personas:

• Educación: a pesar de que la educación es un proceso cambiante y evolutivo, todavía se mantiene un estigma en cuanto a la neurodiversidad. En general, se mantiene una estrategia similar para cada estudiante, sin tomar en cuenta las fortalezas y debilidades de cada individuo. Por lo que se recomiendo desarrollar una estrategia personalizada que permita adaptar el proceso educativo según las capacidades y habilidades de la persona, y que al mismo tiempo le permita trabajar en sus debilidades.
• Trabajo: las personas neurodivergentes tienden a presentar inconvenientes al momento de incorporarse al entorno laboral. Posiblemente les cueste concentrarse, relacionarse con sus compañeros o el entorno les provoque incomodidad. Lo ideal sería adaptar su espacio de trabajo para mejorar su productividad y evitar situaciones de estrés.

IMG: Apoyo a neurodivergentes

• Promover la neurodiversidad: lo principal se centra en aceptar que el cerebro de cada persona funciona distinto a otros, permitiendo una mayor comprensión y empatía por parte de los neurotípicos. La divulgación de información permite a otros conocer más acerca de la neurodiversidad, lo cual reduce el estigma hacia esta población.
• Aceptación: crear un entorno de apoyo donde se demuestre que se busca comprender la neurodiversidad. Cuando estas personas se sienten escuchadas y apoyadas es posible mejorar su calidad de vida. Se observa una mayor reducción del estrés y la ansiedad, así como se reduce el riesgo de padecer problemas de salud mental.