Ondas alfa: qué son y cómo estimularlas

Ondas alfas qué son y cómo estimularlas

Las ondas cerebrales desempeñan un papel importante en la comunicación de las neuronas. A través de estas es posible evidenciar la actividad cerebral. En el caso de las ondas alfa, se han relacionado directamente con los procesos cognitivos y de aprendizaje al mejorar la capacidad de concentración.

Sin embargo, es necesario permanecer en estado de relajación para lograr que se produzcan. Esto, a su vez, resulta beneficioso ya que ayuda a reducir el estrés al mismo tiempo que estas ondas aumentan. Esto ocasiona no solo una mejora en la actividad cerebral sino bienestar en el organismo.

Índice
  1. ¿Qué son las ondas alfa?
  2. Beneficios de las ondas alfa
  3. ¿Cómo estimular las ondas alfa?
  4. ¿Qué sucede si existe un exceso de ondas alfa?
  5. Causas del exceso de ondas alfa
  6. Importancia de las ondas alfa

¿Qué son las ondas alfa?

Para entender el funcionamiento de las ondas alfa, es necesario conocer qué son las ondas cerebrales. Son patrones que se producen por la actividad eléctrica de las neuronas, lo cual permite la comunicación entre estas estructuras. Las mismas han servido para estudiar el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso central, considerándose una herramienta esencial para comprender mejor este órgano.

Las ondas tienen distintas frecuencias y se miden en hercios (Hz), haciendo referencia a la cantidad de ciclos por segundo. Para estudiar esta actividad es necesario realizar un electroencefalograma. En este sentido, las ondas alfa, o también llamadas ondas de Berger, son conocidas por mantener un rango de frecuencia entre 8 Hz y 12 Hz. Son producidas en el lóbulo occipital, cuando el cerebro se encuentra en estado de relajación pero aun así permanece alerta.

Ondas alfa

En general, se originan momentos antes de conciliar el sueño. Sin embargo, suelen estar relacionadas con la relajación y la meditación. Incluso tienen implicaciones y beneficios con la concentración. Tienden a aumentar cuando nos encontramos en estado de paz interior. 

Se desconoce las razones por las que ocurre esto, pero en muchos casos se ha asociado con la respuesta del cerebro a sonidos externos. De esta manera, se busca igualar la frecuencia de estos estímulos, oscilando entre los mismos 8 Hz y 12 Hz. Esto se observa en situaciones de meditación, donde se suele estar en contacto son sonidos suaves, repetitivos, de la naturaleza o vibraciones.

Las ondas alfa intervienen en la sincronización de las oscilaciones neuronales. Esto favorece la comunicación entre distintas estructuras del cerebro, lo cual incide positivamente en la función cognitiva. En estos casos se produce una disminución de la actividad cerebral, favoreciendo la relajación. A su vez potencia otras capacidades como la productividad, la creatividad y la resolución de problemas.

Beneficios de las ondas alfa

Teniendo en cuenta que las ondas cerebrales son un elemento clave para entender el funcionamiento del cerebro, es posible evidenciar el impacto que tienen las ondas alfa sobre nuestro organismo y la calidad de vida. Se han considerado que son altamente efectivas, teniendo en cuenta que:

  • Potencian la creatividad en un 7,4%. Se ha asociado con las personas con alto índice de creatividad.
  • Puede contribuir a combatir el estrés y los estados depresivos, por lo que favorece los cambios de estado de ánimo. Se considera que las personas que sufren depresión tienen una disminución en la actividad alfa. Es posible observar observar una disminución de los niveles de ansiedad y tensión, sobre todo potenciado por el sueño.
  • Tienen implicaciones en el estudio y los procesos de aprendizaje. Esto se relaciona estrechamente con la concentración. Mantener una buena actividad alfa ayuda a que sea más fácil concentrarse, sobre todo en tareas complejas. Al mismo tiempo, permiten que sea posible evitar las distracciones.
  • El cerebro genera mayor cantidad de ondas alfa tras haber realizado tareas que requieren total atención.
  • Ayudan a mejorar los procesos mentales y cognitivos, sobre todo la memoria. De la misma manera, existe evidencia que aumentan la capacidad de procesar información.
  • Permiten que sea más fácil relajarse.
  • Mejoran la calidad de sueño, permitiendo que este sea mucho más reparador. Es así como el aumento de las ondas alfa es efectivo para combatir trastornos del sueño como el insomnio.

Estimular ondas alfa

Teniendo en conjunto cada uno de estos beneficios, es posible asegurar que son esenciales para favorecer el bienestar general del individuo. Por lo que si se presenta una disminución, es posible que incida sobre algunos aspectos de la salud, sobre todo el estado de ánimo.

¿Cómo estimular las ondas alfa?

La estimulación del cerebro favorece la salud de este órgano, permitiendo potenciar su funcionamiento y dar un mayor aprovechamiento de sus capacidades. Es por lo que se hace esencial el entrenamiento cerebral. En este sentido, se sabe que para que se produzcan ondas alfa se recomienda mantener el cuerpo y la mente en estado de relajación y tranquilidad.

Sin embargo, esto no solo se logra durante el sueño. También es posible lograrlo a través de otras técnicas que favorecen los estados de relación. Incluso pueden servir en momentos en que el estrés acecha. En este sentido, los expertos recomiendan:

  • Yoga: en específico se recomienda practicar yoga nidra. Se debe trabajar la respiración, ya que al mantener una respiración profunda y lenta se favorecen los estados de relajación. 
  • Técnicas de visualización: se recomienda visualizar situaciones que nos generen calma. No solo hablamos de trasladarnos a un entorno agradable y relajante, también puede enfocarse en imaginar nuestras metas y futuro.
  • Sonidos de baja frecuencia: la música de baja frecuencia puede estimular la producción de ondas alfa. Sin embargo, también pueden utilizarse sonidos de la naturaleza o vibraciones. Esto se puede acompañar de técnicas de meditación permitiendo una mejor concentración.

¿Qué sucede si existe un exceso de ondas alfa?

Las ondas alfa suelen ser generadas al entrar en estado de relajación, y no se hace referencia únicamente al momento de dormir. Cuando se medita o encontramos paz existe un aumento de estas ondas. Las mismas ayudan a lograr que el cerebro entre en un estado receptivo y de baja actividad cerebral, lo cual se ha asociado al aumento de la capacidad de concentración.

Sin embargo, a pesar de tener grandes beneficios para la salud del cerebro, una prolongación excesiva puede tener implicaciones negativas en la salud, destacando:

 

  • Dificultad para concentrarse: aunque suelen potenciar los estados de concentración, también pueden provocar que la persona desvíe la atención de las tareas que realiza.
  • Somnolencia excesiva: estas ondas favorecen los estados de relajación, lo cual puede generar un estado de somnolencia persistente, interfiriendo en la realización de actividades cotidianas. También puede incidir en la disminución de la respuesta de alerta del organismo, existiendo riesgo de peligro.
  • Estado pasivo: disminuye la respuesta a estímulos externos, lo cual puede influir en los procesos cognitivos mientras se mantienen las ondas alfa elevadas. Esto puede afectar la capacidad de resolución de problemas del individuo.
  • Depresión: la elevación de estas ondas se ha asociado a un desequilibrio neuroquímico. Al estar implicadas ciertas hormonas, existe el riesgo de que se produzca una depresión consecuencia de un estado de ánimo bajo.
  • Problemas de memoria: la capacidad para retener información se ve afectada, mostrando inconveniente para recordar nombres o incluso olvidar situaciones recientes. Esto puede incidir sobre todo en la vida laboral y social.

Causas del exceso de ondas alfa

Un aumento de las ondas alfa puede ocasionar un desequilibrio en la actividad cerebral, y como consecuencia afecta el funcionamiento del cerebro. Las razones por las que sucede son multifactoriales:

  • Estrés crónico: el estrés ocasiona que el cerebro y el cuerpo en general se encuentren en un constante estado de alerta. Esto a su vez incide en un aumento de la producción de ondas alfa, lo cual provoca una disminución de la capacidad de toma de decisiones.
  • Poca estimulación: el cerebro es un músculo que necesita ejercitarse, pudiendo lograrlo a través de los desafíos y la resolución de problemas. Cuando esto no ocurre, es posible que predomine la presencia de ondas de Berger, ocasionando una baja actividad cerebral, manteniendo al cerebro en estado de reposo.
  • Trastornos del sueño: la presencia de este tipo de alteraciones puede incidir en el equilibrio de las ondas cerebrales, sobre todo durante el día. Como consecuencia, se puede ver un aumento de las ondas alfa.

Ondas de Berger

  • Lesiones cerebrales: ya sea por traumatismos o lesiones producto de patologías, es posible que esto cause una alteración de la producción de ondas cerebrales. Dependiendo de la gravedad del cuadro, existe el riesgo de que la actividad eléctrica se vea alterada.
  • Factores genéticos: al existir una predisposición hereditaria que favorezca la producción de ondas alfa, aumenta la posibilidad de presentar un exceso de este tipo de ondas.
  • Condiciones neurológicas: ciertos trastornos pueden provocar una alteración tanto de las ondas como la actividad cerebral, por lo que se observan patrones anormales.
  • Envejecimiento: se presenta como un proceso natural sin provocar graves daños a la salud del individuo. La persona presenta alteraciones de la actividad cerebral producto de estos cambios. Es la razón de que en muchos casos la función cognitiva se vea afectada.

Importancia de las ondas alfa

Aunque las ondas alfa se consideran esenciales para muchos procesos cerebrales, sobre todo a nivel cognitivo, es importante que exista una adecuada producción. Un aumento excesivo o disminución puede provocar el efecto contrario de sus beneficios. Además, es necesario mantener un equilibrio ya que el resto de las ondas cumplen funciones de gran importancia en distintos procesos del cerebro. 

Por esta razón es que se considera necesario desarrollar herramientas que permitan una mejor gestión de este tipo de ondas. De esta manera, no solo se favorece el equilibrio de la actividad cerebral sino que favorece el bienestar general. Mantenerse relajado se considera beneficioso para la salud cerebral, un aspecto que muchos ignoran ya que las neuronas necesitan de este estado aunque permanezcan activas.

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