Presión social: qué es, causas y cómo enfrentarla

En diferentes grupos sociales se ha observado que algunos integrantes se dejan influenciar por la opinión de otros. Esto es lo que se conoce como presión social. Al sentirse presionado, existe el riesgo de que la persona actúe o piense en contra de sus convicciones o valores aunque no se sienta seguro de hacerlo. Por lo que existe una determinación para seguir las directrices de otros para sentirse aceptado.

Es una situación muy recurrente y que se ha presentado con regularidad a lo largo de la historia. Las personas buscan cumplir con los estándares de la sociedad aunque no se encuentren en consonancia con sus principios. Y aunque en muchos casos no se considera algo negativo, puede afectar la autoestima e individualidad del individuo.

¿Qué es la presión social?

También conocida como presión de los pares, se define como la influencia que ejerce una persona o grupo de personas sobre un individuo, de tal forma que este cambie su comportamiento, pensamientos, valores o actitudes. Al mismo tiempo, se habla de la incapacidad de mantenerse firme ante sus convicciones.

Sin embargo, no es una situación aislada. En general, quien es presionado se ve sometido a esta influencia de forma regular, lo cual lo lleva a ceder ante cada opinión. Es así como se logra influir en las decisiones de la persona, lo cual ocasiona que se adapte para obtener aceptación social.

En general, no siempre se aborda desde un punto de vista negativo. Sin embargo, es posible que tenga un impacto tan fuerte sobre el individuo que provoca un cambio en su personalidad. Se ha comprobado que dependiendo de la influencia ejercida, puede incidir en el aprendizaje de conductas negativas.

Son muchos los factores que están relacionados con la presión social y que conllevan a estos cambios. Muchas veces se habla de la actitud de la persona o su autoestima. Sobre todo, se hace referencia a quienes hacen presión. Se sabe que el grupo más influyente pueden ser los amigos. Sin embargo, también se observa con demasiada regularidad en la familia, los compañeros de trabajo, grupos religiosos o políticos, entre otros. A la larga, afecta la percepción del individuo, pudiendo dejarse influir por cualquiera.

Son muchos los aspectos de la vida de la persona que se pueden ver influenciados. En general, se ha asociado a ciertos estándares de la sociedad que se quieren seguir imponiendo:

• Matrimonio.
• Tener hijos.
• Obtener un título universitario determinado.
• Expectativas laborales.
• Pertenecer a un grupo social.
• Estándares de belleza.
• Comportamiento social y cultural.

Presión social en adolescentes

La presión social puede observarse en personas de cualquier edad. Aunque se ha comprobado que existe una alta incidencia dentro de la población adolescente, siendo la etapa de mayor influencia, existiendo una necesidad de pertenecer a un grupo. No solo se habla de amistades, sino de encajar en la cultura predominante lo cual le permite destacar.

A partir de los 12 años, ya existe una opinión más concreta de la percepción del mundo o de distintos ámbitos de la sociedad. La diferencia de opiniones puede llegar a dificultar la socialización y aceptación. Como consecuencia, surge el miedo a ser rechazado por sus pares, razón por la cual se decide dejar de lado convicciones para adaptarse a los ideales de un grupo determinado.

Esta situación suele ser algo temporal, aunque en algunos casos es una actitud persistente. Una vez que se supera la adolescencia, la persona vuelve a ser fiel a sus principios y valores. Incluso se considera que forma parte del proceso de formación del individuo, permitiéndole explorar y definir quién es. Aun así, se considera negativo cuando deriva en conductas dañinas que incluso ponen en riesgo la integridad del propio individuo.

Causas de la presión de social

La razón principal por la que se produce la presión social está directamente relacionada con la persona influenciada. En general se asocia a nuestra personalidad, autoestima y pensamientos. Cuando se le da mayor importancia a la opinión de otras personas, resulta mucho más fácil que influyan en nosotros.

Esto está relacionado estrechamente con el hecho de que el ser humano es un ser social por naturaleza. Por lo que necesita pertenecer a un grupo, siendo más común, como ya se mencionó, en la etapa de la adolescencia. En realidad, se considera que las etapas más jóvenes son las más influenciables. Esto también puede extenderse a la edad adulta, existiendo un inmenso temor al rechazo y a la soledad.

A lo largo de la historia se han establecido normas sociales que definen los logros de ciertas etapas. Esto puede conducir a una idea de marginación, donde la persona se define como alguien socialmente inadecuado. Al sentirse inferior, busca fervientemente cumplir estos patrones sociales teniendo más en cuenta la opinión de otros en contra de los ideales propios.

Sin embargo, se han explorado otros factores que pueden incidir en esta actitud o comportamiento:

• Autoestima baja.
• Problemas para socializar.
• Carencia afectiva.
• Defectos físicos.
• Sentimiento de inferioridad.
• Trastorno de ansiedad.
• Miedo al rechazo social.
• Conflictos con la personalidad.
• Necesidad de reconocimiento.
• Inseguridad.

Comportamiento de una persona que sufre de presión social

Uno de los principales signos que se observa en una persona que sufre de presión social es su incapacidad para mantenerse firme ante sus ideales, pensamientos y principios. Esto no quiere decir que sea posible aceptar consejos o recomendaciones. Sin embargo, cuando se transforma en una situación recurrente donde la persona cede con frecuencia, se reconoce que existe un problema.

Y esto influye directamente en el comportamiento del individuo, pudiendo observarse.

• Ocultan sus sentimientos.
• Autoestima baja.
• Sentimiento de inferioridad.
• Comportamiento introvertido.
• Necesidad de imitar a otros.
• Actitud sumisa ante otros.
• Falta de personalidad.
• Percepción negativa de sí mismo.

¿Cómo influye la presión social en la toma de decisiones?

Cuando existe presión social, la toma de decisiones puede verse influenciada por otras personas. No solo se observa en grupo de amigos, en realidad suele ser más común en las familias. En muchos casos, los padres tienden a condicionar las decisiones de sus hijos, sobre todo a nivel académico y laboral, manteniendo su convicción de conocer lo que es mejor para su hijo.

Desde el punto de vista científico, se ha observado que la persona tiende a cambiar su opinión cuando difiere de una persona o grupo. Al existir el miedo de ser apartado o sufrir de rechazo social, busca cambiar su forma de pensar o de comportarse para que se adapte a la del grupo, lo cual le asegura su permanencia.

De esta forma, es común observar que la persona actúe en contra de sus convicciones, tomando decisiones opuestas a lo que en realidad se cree o se desea. Incluso llega a menospreciar su propia objetividad dejándose llevar por las opiniones de otros.

Consecuencias de la presión social

Cuando se convierte en una situación persistente, la presión social puede incidir de forma negativa en la vida de la persona. Esto se relaciona con la incapacidad de imponer límites, llegando a provocar:

• Ansiedad y depresión: en el momento en que el individuo se somete al estrés de cumplir los estándares impuestos por otras personas, existe un alto riesgo de desarrollar ansiedad al vivir en una preocupación constante. Esto suele ser consecuencia de una sensación constante de no ser aceptado o no cumplir con los patrones sociales que se han establecido. Además, suelen mostrarse tristes con regularidad, lo cual puede estar relacionado con cuadros depresivos.
• Conformismo: a pesar de no estar en sintonía con sus ideales, tienden a conformarse con las decisiones que toman y aceptar las consecuencias de las mismas.
• Cambios de comportamiento: se convierte en una necesidad ajustar su manera de actuar o sus intereses para lograr adaptarse a un grupo social. Esto provoca que no solo se transforme su personalidad y su comportamiento, sino que pierda su individualidad. Además, sus relaciones sociales se basan en la aceptación.
• Deterioro de la autoestima: existe una constante necesidad de compararse con otros, lo cual puede hacerle sentir inferior. Se sienten insatisfechos con su apariencia física, dejándose llevar por estándares de belleza impuestos.

Experimentos de conformidad con el grupo

Destacan los experimentos de la década de 1950 del famoso psicólogo Solomon Asch, en los que demostraba el poder que ejercen los grupos en el individuo. Estos experimentos fueron pioneros en la psicología social y hasta en la actualidad se siguen estudiando en las facultades de psicología.

Uno de los experimentos clásicos más representativos es el de la prueba de visión, el cual se puede ver con claridad en qué consiste en este vídeo:

¿Cómo enfrentar la presión social?

Se considera esencial buscar el apoyo de un psicólogo que oriente a la persona, además de brindarle las herramientas para favorecer su fortalecimiento y construcción de su personalidad. Sin embargo, también se pueden aplicar las siguientes técnicas de forma individual:

• Refuerza tu criterio, permitiendo evaluar y reconocer tus valores, principios y creencias. Es necesario tener una percepción general, tomando en cuenta los pro y contras, lo cual permite definir qué es realmente importante.
• Se debe poner en práctica la autovaloración, permitiendo exaltar nuestras cualidades y fortalezas. En primera instancia se recomienda alejar cualquier pensamiento negativo y reforzar el autocuidado. Además, siéntete orgulloso de cada uno de tus logros y celébralos.
• Establece límites teniendo en cuentas tus necesidades sin dejar de respetar las de los demás. Así es como se trabaja la asertividad. Recuerda que es necesario decir no para protegerte de influencias negativas.
• No te tomes nada de forma personal, aceptando la crítica constructiva y desechando todo lo negativo.
• Recuerda siempre rodearte de un círculo social positivo que sirva de apoyo y te ayude a manejar la presión social.