¿Qué es el óxido nitroso y cómo se administra?

Qué es el óxido nitroso y cómo se administra

El óxido nitroso es un gas que ha tenido grandes implicaciones en la medicina. Se ha utilizado como un anestésico, cumpliendo esta función cuando se le administra con fármacos similares. Cuando se usa solo funciona como un analgésico o sedante, pudiendo ayudar en intervenciones cortas.

Sin embargo, se ha considerado adictivo, por lo que no siempre puede aplicarse con frecuencia en el mismo paciente. De ser así, no solo se corre este riesgo sino que puede provocar daño medular, afectando distintas habilidades de la persona. Por lo que solo debe utilizarse bajo estricta supervisión médica y realizando los controles necesarios.

Índice
  1. ¿Qué es el óxido nitroso?
  2. ¿Cómo se administra?
  3. Efectos secundarios
  4. Advertencias
    1. Sobredosis
  5. Precauciones y contraindicaciones

¿Qué es el óxido nitroso?

El óxido nitroso es mejor conocido como el gas de la risa o gas hilarante. Fue descubierto en el año 1775 por el científico Joseph Priestley, originario de Reino Unido. Se trata de un gas con efectos anestésicos, siendo de gran ayuda en el ámbito sanitario. Sin embargo, sus usos se han extendido al ámbito industrial para la elaboración de ciertos productos alimenticios, permitiendo la conservación de los alimentos.

Óxido nitroso

En la medicina se ha utilizado como anestésico general, siendo considerado como el primer anestésico gaseoso de la historia. También ha tenido implementación en la repostería, e incluso en procesos estéticos. Se trata de un gas estable pero volátil, incoloro y que mantiene un olor dulce. De forma controlada es muy seguro, aunque puede llegar a causar toxicidad si no se toman las medidas adecuadas.

Debido a que provoca estados de euforia y alucinaciones es que se le ha dado un uso recreativo. En la actualidad se ha llegado a considerar un tipo de droga. Hace más de dos siglos era utilizado en las ferias y circos. La intención era provocar estados de risa incontrolable en el público y que pareciera que disfrutaban del evento. 

Al poco tiempo se descubrió que este gas anula el dolor, lo cual permitió que fuera utilizado por dentistas y durante partos. Sin embargo, no se utiliza solo. En primera instancia suele aplicarse 50% v/v de óxido nitroso y 50% v/v de oxígeno. Administrarlo en estado puro puede provocar daño medular. Además, ayuda a potenciar el efecto de otros anestésicos, lo cual permite que pueda funcionar como coadyuvante. Tiende a ser usado con propofol o tiopental, o también con relajantes musculares y fármacos opiáceos.

En general, suele recomendarse su uso en casos de intervenciones quirúrgicas de corta duración, debido al riesgo de toxicidad.

¿Cómo se administra?

La inhalación de óxido nitroso se recomienda únicamente en el ámbito medicinal. Se administra con una máscara nasobucal que permite la inhalación correcta del gas. El mismo se expande y llena los pulmones. Sin embargo, no puede ser retenido demasiado tiempo ya que puede provocar daños en la médula espinal.

El paciente se coloca la mascarilla y se le pide que inhale durante 3 a 4 minutos el gas. Esto provocará que se relaje, aunque es posible que no provoque que la persona se duerma. Por eso es que se recomienda que se use en combinación con otros anestésicos, ayudando a potenciar y mantener su efecto.

Cuando es una intervención pediátrica, es común que en niños sea más difícil lograr que se mantengan con la mascarilla en el rostro. Por lo que se suele recurrir al apoyo de una enfermera que mantenga fija la mascarilla permitiendo que se inhale el gas adecuadamente. Incluso pueden colocar aroma para que el niño se sienta más a gusto.

Administración de óxido nitroso
Una vez finalizada la administración, se utiliza oxígeno para ayudar a que el paciente espere. Además, esto evita que se produzcan dolores de cabeza y favorece la eliminación del gas de los pulmones. Por lo general un médico o enfermera vigilará el estado de la persona y ver que tiene una recuperación exitosa tras la anestesia.

Al no tener un efecto tan potente es que sus usos se han extendido a la analgesia y la sedación. Suele utilizarse al 50% y siempre acompañado de oxígeno. La concentración de este nunca debe ser menor al 21% y siempre se debe monitorear que se mantenga en niveles adecuados.

Efectos secundarios

En la mayoría de los casos el uso de óxido nitroso es bastante seguro y no presenta ninguna reacción. Pero en algunos pacientes es posible que se observe la aparición de los siguientes efectos secundarios:

  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Mareos.
  • Dolor de cabeza.
  • Somnolencia.
  • Intoxicación.
  • Hinchazón.
  • Sensación de presión en el oído.
  • Euforia.

Aunque estos suelen ser los más comunes, se han registrado casos donde los pacientes pueden presentar:

  • Disminución de la frecuencia cardiaca.
  • Depresión respiratoria.
  • Convulsiones.
  • Neuropatía.
  • Ansiedad.
  • Daño medular.
  • Leucopenia.
  • Mieloneuropatía.
  • Anemia megaloblástica.
  • Adicción.
  • Psicosis.
  • Confusión
  • Parestesia.

La aparición de reacciones adversas también dependerá de la exposición al gas. Sin embargo, esto no tiende a estar relacionado a la cantidad, sino al tiempo en que se estuvo expuesto al óxido nitroso. Esta situación aumenta el riesgo de intoxicación.

Advertencias

Aunque se ha considerado un anestésico/analgésico seguro de utilizar, se ha comprobado que en ciertos casos se debe administrar con mucha precaución. Ciertas condiciones pueden comprometer el estado de salud del paciente, siendo necesario evaluar otras opciones. Por lo que es necesario reconsiderar la administración de óxido nitroso cuando:

  • Se sufre de algún tipo de insuficiencia cardíaca o una afección producto de esta como hipovolemia. 
  • Deficiencia de vitamina B12.
  • Distintos tipos de anemia como perniciosa o falciforme.
  • Enfermedad de Crohn.
  • El paciente es vegetariano.
  • En pacientes embarazadas no debe administrarse en combinación con opiáceos. Einstein el riesgo de pérdida de conciencia. Tampoco debe realizarse con benzodiacepinas ya que provoca el mismo efecto.
  • No debe utilizarse en menores de 1 mes de nacido.
  • Se considera usar otro método en caso de que el paciente haya sido sometido a anestesia con óxido nitroso con anterioridad. Existe el riesgo de adicción.

Sobredosis

Cuando se administra óxido nitroso, la concentración de oxígeno siempre debe ser superior al 21%. Esto se debe a que debe mantenerse una buena saturación para evitar complicaciones. En el momento en que se produce una intoxicación, es posible observar que el paciente entra en estado inconsciente. Al mismo tiempo, puede provocar hipoxia e isquemia.

Advertencias del óxido nitroso

El personal médico procederá a disminuir la administración de óxido nitroso o, de ser necesario, suspenderlo totalmente. Lo siguiente será administrar suficiente oxígeno para lograr que se mantengan una oxigenación adecuada.

En situaciones donde es aplicado como analgesia, se deberá tomar como signos de intoxicación la pérdida del estado de alerta, sedación pronunciada o no responde a las órdenes. Se suspende el uso del gas y no debe ser utilizado hasta que el paciente recobre plenamente la consciencia.

Si ocurre una exposición prolongada, existe riesgo de afectación neurológica que puede ser reversible. Sin embargo, existe el riesgo de daño medular, llegando a perder capacidades como caminar.

Precauciones y contraindicaciones

Cuando se trate de embarazadas, se debe administrar 50% de óxido nitroso. Se recomienda esta opción solo en caso de partos, y debe ser suspendida su administración si han pasado 20 minutos y todavía el bebé no ha sido expulsado. Si existe un cuadro de sufrimiento fetal, tampoco debe ser utilizado. No se recomienda su uso en neonatos ya que puede provocar daño a nivel cerebral, sobre todo en prematuros.

No existen estudios que confirmen la excreción de óxido nitroso a través de la leche, por lo que no se recomienda su uso. Aun así, de ser necesaria su aplicación, no es necesario suspender la lactancia si la intervención requirió poca exposición al gas.

Al tratarse de un anestésico que produce somnolencia, el paciente debe abstenerse de manejar maquinaria o conducir vehículos 24 horas después de utilizar el gas. Esto solo se recomienda en casos de administración única, y también está asociado al hecho de que puede tener efecto sobre las funciones cognitivas y psicomotoras de la persona.

Se ha comprobado que puede provocar adicción, por lo que no debe utilizarse de forma regular. Es necesario realizar una evaluación de la historia clínica del paciente ya que existe cierta predisposición en pacientes con antecedentes de abuso de sustancias. Además, provoca daños medulares. Esto se relaciona con la exposición prolongada al óxido nitroso. De la misma manera se recomienda realizar controles hematológicos ya que puede provocar algunas alteraciones, sobre todo deficiencia de vitamina B12 y anemia. Es así como se establece que siempre debe administrarse bajo estricta vigilancia médica.

Se evita su uso en pacientes que presentan evidente alteración cognitiva. Tampoco en aquellos que mantienen niveles bajos de vitamina B12. Lo mismo aplica a casos donde se registra un aumento de la presión intracraneal ya que puede elevarse aun más.

Rafael Aragón

Rafael Aragón

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