¿Qué es la responsabilidad afectiva y cuál es su importancia?

Qué es la responsabilidad afectiva y cuál es su importancia

La responsabilidad afectiva figura como una herramienta esencial para la construcción y fortalecimiento de relaciones afectivas sanas. Vemos que con el auge de la tecnología los conflictos son más recurrentes debido a que muchos se escudan en una pantalla y evitan hacerse cargo de sus acciones.

Es la razón de que se considere esencial trabajar en ciertos valores como la comunicación, el respeto y la empatía, permitiendo no solo entender a otros, sino que ellos entiendan lo que sentimos y necesitamos. A través de estos elementos podemos desarrollar una salud afectiva sana, donde todo individuo tiene la misma importancia que el otro.

Índice
  1. ¿Qué es la responsabilidad afectiva?
  2. Importancia de la responsabilidad afectiva
  3. Aspectos esenciales de la responsabilidad afectiva
  4. ¿Cómo crear relaciones afectivas responsables?
    1. Comunicación asertiva 
    2. Establecimiento de acuerdos 
    3. Existe más de un involucrado
    4. Siempre habrán conflictos
    5. Ser conscientes que las acciones tienen consecuencias
  5. ¿Cómo practicar la responsabilidad afectiva?

¿Qué es la responsabilidad afectiva?

Se le conoce como responsabilidad afectiva o emocional a la capacidad que tiene el individuo de gestionar sus propias emociones y necesidades de la misma manera que se mantiene el respeto y cuidado sobre las de quienes nos rodean. En otras palabras, se es capaz de reconocer y validar la manera de sentir de otros sin anular nuestras propias emociones ni las de los demás.

Sin embargo, no solo se limita a los sentimientos, sino que somos conscientes de que nuestras acciones, pensamientos, palabras y decisiones tienen un impacto sobre otros. Este nivel de consciencia nos permite crear vínculos y relaciones sanas basadas en el respeto, la comunicación y la comprensión, logrando así que ambas personas se sientan valoradas.

Responsabilidad afectiva

También hay que tener en cuenta que no se trata tampoco de anteponer los deseos y necesidades de otros sobre los nuestros. En realidad se trata de un consenso donde se da a conocer los sentimientos y necesidades de ambos para así plantear acuerdos que satisfagan a todos los involucrados sin dar prioridad a ninguno. 

La idea es que se creen vínculos llenos de igualdad donde predomine la empatía. Además, es necesario siempre aclarar el tipo de relación y compromiso que se mantiene, evitando que se produzca una confusión. Es así como predomina el afecto sobre el egoísmo.

Una persona que es responsable afectivamente es capaz de evitar cualquier daño a otros o alimentar la relación con falsas promesas. Por lo que es posible crear nexos sólidos y duraderos. Esto no quiere decir que las personas involucradas no puedan dar fin a la relación. Pueden lograrlo siendo sinceros en cuanto a su posición ante ese compromiso y siempre dando la cara. Tampoco debe dejarse de lado la empatía, eligiendo adecuadamente las palabras que se usan, evitando hacer cualquier daño innecesario. 

Importancia de la responsabilidad afectiva

La responsabilidad afectiva es una herramienta de gran importancia para lograr establecer vínculos afectivos fuertes, saludables y duraderos. Si bien hablamos de una relación donde ambos mantengan acuerdos, es común que se presenten conflictos a lo largo de la relación. Sin embargo, al tener este nivel de conciencia, la persona es capaz de afrontar de manera correcta la situación y buscar una solución sin impactar negativamente en ninguno de los dos. La clave es la igualdad y el respeto.

Para muchos los conflictos y los problemas resultan algo negativo. En el caso de las relaciones puede tener una perspectiva contraria. Funcionan como oportunidades de crecimiento y fortalecimiento, donde se desarrollan habilidades que nos permiten enfrentar y solucionar cada obstáculo que se presente

Además, aunque siempre se habla de las relaciones románticas, esta herramienta se adapta perfectamente a cualquier tipo de vínculo. Por lo que permite establecer de la misma manera relaciones familiares, de amistad y laborales sanas, donde también tenemos la capacidad de identificar si algún vínculo no aporta nada a nuestra vida, pudiendo cortarlo o terminarlo.

Al ser necesario construirla y desarrollarla de manera continua, logramos conectar mejor con otras personas de una manera más profunda. Es así como convertimos nuestro entorno en un espacio lleno de empatía, comprensión y respeto. Lo cual tiene como resultado lazos afectivos reales y llenos de amor.

Aspectos esenciales de la responsabilidad afectiva

Cuando se habla de responsabilidad afectiva se hace referencia a una forma de comportarnos. No se trata de algo con lo que se haya nacido, sino que es necesario construirlo cada día y mejorarlo. Es una manera de trabajar la inteligencia emocional

Responsabilidad emocional

Para lograr tener este tipo de conciencia sobre nuestras relaciones, es necesario tener presente los siguientes aspectos:

  • Respeto: si bien gran parte de lo que se conoce de este término hace referencia a reconocer los sentimientos y necesidades de los demás, también hay que darle prioridad al propio ser. Se trata de respetar a otras personas, pero también a uno mismo. Es indispensable analizar si se está poniendo atención a nuestras necesidades así como si se está permitiendo que sucedan cosas que no son de nuestro agrado o que nos perjudican.
  • Honestidad: se considera esencial una autoexploración donde indaguemos si la relación tiene un impacto positivo en nuestra vida, al mismo tiempo que si se tienen las características para satisfacer a la persona involucrada. Hay que recordar que no siempre se cumplen con las expectativas, y es un aspecto que deben cumplir ambos para que sea una relación sana.
  • Reciprocidad: se trata de un proceso donde no solo uno debe asumir la responsabilidad afectiva, sino ambos. De esta manera se alcanzan los beneficios de la relación teniendo un gran impacto positivo en la vida de los involucrados.
  • Diálogo: en todo vínculo afectivo es necesario comunicar y ser escuchado en partes iguales. Siendo también importante para lograr los acuerdos que permitan que la relación fluya adecuadamente, al mismo tiempo que cada uno brinda su aporte al proyecto de vida del otro.
  • Despedirse: en algunos casos se necesita terminar la relación, pero debe hacerse siempre manteniendo el respeto hacia la otra persona para asegurar relaciones saludables a futuro.

¿Cómo crear relaciones afectivas responsables?

Realmente no existe un patrón exacto para llevar todas las relaciones. La realidad es que para lograr construir una relación saludable hay que tener en cuenta que todos los individuos son únicos, siendo necesario crear acuerdos que haga sentir a ambos cómodos. Aun así, existen ciertos elementos que son claves para que todo vínculo se fortalezca y fluya de manera natural sin ningún tipo de presión: 

Comunicación asertiva 

Se considera como un elemento esencial dentro de cada relación. Siempre es necesario darle a conocer a la otra persona cómo nos sentimos o qué pensamos. Esto se considera esencial para fomentar el respeto recíproco. Sin embargo, todo lo que se exprese debe ser de forma directa, clara y honesta, pero sin dejar la empatía de lado. Además, resulta clave al momento de solucionar conflictos para lograr un acuerdo común que satisfaga a ambas partes.

Establecimiento de acuerdos 

En consonancia con lo anterior descrito, establecer acuerdos permite que la relación se lleve con armonía y respeto. La negociación es esencial para que ambos se sientan cómodos con el vínculo establecido, respetando las necesidades de todas las personas involucradas. Aquí se establecen los límites de lo que es adecuado y lo que no, permitiendo conocer qué es lo que necesita cada uno.

Existe más de un involucrado

Toda relación se forma al menos con 2 personas, lo que hace necesario recordar siempre que todos importan en igual medida. Es aquí donde entra en juego la empatía, dejando de lado el narcisismo y el egoísmo, reconociendo el papel del otro dentro de la relación. Además, se es capaz de ponerse en el lugar del otro, lo cual ayuda a solucionar los conflictos que se presenten.

Siempre habrán conflictos

Aunque la relación fluya con armonía, es normal que cada cierto tiempo se presente un conflicto. En estos momentos es cuando se evidencia el compromiso de cada uno con la relación. Las situaciones complicadas son oportunidades de crecimiento, siendo necesario trabajar juntos para buscar una solución. Ser responsables afectivamente significa que no huiremos y utilizaremos las herramientas necesarias para afrontar el problema. 

Sin embargo, si notamos que los conflictos son muy frecuentes, se debe evaluar qué los ocasiona y si la relación realmente beneficia a los involucrados.

Relaciones afectivas responsables

Ser conscientes que las acciones tienen consecuencias

Aquí convergen cada uno de los elementos descritos con anterioridad. De esta manera, somos conscientes que cada una de nuestras acciones o palabras tienen un impacto sobre la otra persona. Aquí se hace necesario poner en práctica la empatía y analizar si no estamos afectando negativamente a la otra parte.

Hay que tener en cuenta que como seres humanos cometemos errores, por lo que puede ocurrir que en algún momento actuemos de una manera inadecuada. Sin embargo, en este punto se considera esencial que el individuo debe ser capaz de hacerse cargo de sus acciones para así buscar una solución al conflicto generado.

¿Cómo practicar la responsabilidad afectiva?

Para lograr construir la responsabilidad afectiva, en primera instancia es necesario soltar todo aquello que nos afecta negativamente y reconciliarnos con nuestro pasado y ser. Por lo que es necesario realizar un autoconocimiento para identificar todo lo que sentimos y cómo lo sentimos. Esto permitirá que podamos ser capaces de gestionar nuestras emociones. 

Para poder lograrlo se puede poner en práctica las siguientes estrategias:

  • Gestionar las emociones: desde la infancia es necesario que el individuo sea capaz de reconocer sus emociones, qué las causa y cómo lo hace sentir. Esto ayuda a relacionar lo que ocasionó el sentimiento con la reacción que ha provocado. Si esto no se logra en las primeras etapas de vida, en la adultez será mucho más difícil tener el control de lo que sentimos. Por lo que si logramos este autocontrol, será más sencillo dar a conocer nuestros límites y aceptar los de otros.
  • Tener conciencia de las heridas emocionales: el autoconocimiento es esencial para aprender a llevar mejor las relaciones afectivas. En este sentido, hay que explorar el pasado y tratar de entender todo aquello que nos afectó y cómo lo enfrentamos en el momento. Así será más sencillo comprender las reacciones que se tienen en ciertas situaciones y trabajar en mejorar. Esto es esencial para lograr un apego emocional sano.
  • Construir un cuaderno de emociones: a lo largo de nuestra vida algunas situaciones tienden a repetirse, y puede suceder que no reaccionamos de la manera más adecuada. Se hace esencial trabajar en el cambio no solo para el desarrollo personal, sino para lograr relaciones afectivas sanas. Por lo que, escribir lo que sentimos puede ayudarnos a evaluar desde una mejor perspectiva la situación y abordarla de una manera distinta en una siguiente ocasión.

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