Tipos de maltrato: cuáles son y cómo identificarlos

El maltrato es considerado como violencia al poner en riesgo el bienestar de una persona. Sin embargo, no solo se hace referencia a la agresión física ya que este término engloba distintos tipos de maltrato. Incluso algunos están dirigidos a poblaciones específicas que se consideran vulnerables.

Se trata de situaciones que pueden dejar secuelas para el resto de la vida de la víctima. Y no tiene que ver con el tiempo en que fue sometido al maltrato, sino con la manera en que llega a afectar tanto física como psicológicamente. Sin embargo, es posible contar con herramientas que ayuden a evitar estos comportamientos.

¿Qué es el maltrato?

Cuando se habla de maltrato suele ser asociado a la violencia física. Sin embargo, es un término bastante amplio que puede implicar diferentes clases o tipos de maltrato. Y en función de esto, se manejan diferentes conceptos según sus características. Aun así, se reconoce como una definición general el acto o comportamiento de infligir algún tipo de daño.

En cualquier caso, todos convergen en el hecho de que cada uno tendrá sus consecuencias. En primera instancia, se tiene en cuenta a la víctima. El maltrato puede ser un evento aislado o recurrente, aunque en ambos casos se presentan efectos a nivel psicológico que pueden afectar a la autoestima y la estabilidad emocional de la persona. Incluso es posible que a nivel físico se presenten secuelas.

Pero en el caso del maltratador, también es posible observar consecuencias. El maltrato es penado por la ley, por lo que es un acto denunciable siendo considerado un delito. También se tiene en cuenta el hecho que una decisión mal tomada puede incidir en la búsqueda de venganza por parte de la víctima o su familia. 

Un hecho de mucha importancia es que el impacto del maltrato puede ser diferente en cada caso. El daño infligido, sobre todo a nivel psicológico, puede ser mayor en un único evento que en otra persona que recibe maltrato de forma recurrente. Y se puede presentar de forma contraria. De la misma forma, hay que tener en cuenta que en ningún caso el daño es menos válido que en otro. En toda situación, se habla de maltrato y debe ser considerado como un delito para proteger a la víctima y otras personas.

Tipos de maltrato

Existen una variedad de tipos de maltrato, y estos se definen según características particulares asociadas al daño que se inflige. Se encuentra estrechamente relacionado al comportamiento del maltratador buscando someter o mantener el control sobre la víctima. Y suele existir una relación entre ambas personas, por lo que es común observar en familias, en el trabajo, en las instituciones educativas, entre otros.

Al identificar cada una de sus características, resulta mucho más sencillo que estamos siendo sometidos a un maltrato, siendo más comunes:

Maltrato físico

Se considera uno de los tipos de maltratos más frecuentes, y con los que se suele relacionar directamente la palabra maltrato. Los daños que se observan son agresiones físicas intencionadas que ponen en riesgo la integridad de la persona atacada.

El maltratador siempre mantiene una actitud violenta, generalmente caracterizada por golpes, arañazos, empujones, tirones de cabello, patadas, estrangulamiento, bofetadas, e incluso retención física de la víctima. Sin embargo, su comportamiento puede extenderse a otro tipo de agresiones físicas mucho más graves. Aquí se incluye cualquier acción violenta que pueda provocar un daño en el cuerpo de la persona.

Maltrato psicológico o emocional

Aunque no se observan heridas físicas, el daño puede ser incluso más grave que el maltrato físico. Al afectar a nivel psicológico, puede observarse una afectación de las emociones, los sentimientos y el comportamiento de la víctima. La persona puede ser sometida a culpa, haciéndole sentir que es responsable de las situaciones ocurridas. También es sometida constantemente a insultos, críticas destructivas, gritos, humillaciones, celos enfermizos, entre otros.

Se ha observado que existe un control total sobre quien recibe el maltrato. El maltratador controla los horarios de la víctima, así como las personas con quien se relaciona, su vestimenta, lo que come, amenazas a seres queridos, daño a sus pertenencias personales. En general, cada aspecto de su vida.

Maltrato económico

Se centra en controlar a la persona o limitar su libertad al mantener el control de sus finanzas. Puede presentarse de distintas formas, siendo más comunes las víctimas femeninas o los adultos mayores. Además, el patrón mayormente observado es el de un maltratador que gasta el dinero de la víctima, evitando que este pueda hacer uso del mismo. También es común en matrimonio donde se le impide a la pareja trabajar, pudiendo controlar así el dinero que gasta.

Maltrato infantil 

Aunque puede englobar tanto el maltrato físico como psicológico, destaca por estar dirigido a niños. Se considera una población muy vulnerable, sobre todo en sus primeras edades. No suelen tener la capacidad de defenderse, por lo que es fácil para el maltratador hacerles daño. En la mayoría de los casos se observan secuelas permanentes, por lo que requieren atención psicológica regular.

Acoso o bullying

En general tiende a haber una asociación de este tipo de maltrato con el entorno escolar o académico. Son los estudiantes la población más vulnerable en este caso. Muchas de las víctimas son sometidas a vejaciones, maltrato físico o psicológico, siendo difícil poder defenderse al no poseer herramientas adecuadas. Incluso existe un alto riesgo de suicidio.

Abuso sexual

Es un término bastante amplio, relacionado estrechamente con un acto físico. No se habla solo de que se someta violentamente a la víctima, sino que se contempla la explotación sexual, siendo obligada la persona a someterse a estas situaciones. Incluso se considera como maltrato actos no consensuados como besos, caricias, tocamientos e incluso lenguaje íntimo. Puede tener un gran impacto psicológico en la persona agredida.

Mobbing 

Es el término con se hace referencia al maltrato que se observa en el entorno laboral, siendo conocido también como acoso laboral. En algunos casos se presenta como explotación laboral, aunque en su mayoría suele asociarse a situaciones donde se busca que la persona decida renunciar.

Ciberbullying

El maltrato digital es un acoso adaptado a las nuevas tecnologías, siendo más común en las generaciones jóvenes aunque nadie está exento. Se utilizan como herramientas recurrentes las redes sociales, los correos electrónicos y las aplicaciones de mensajería instantánea como medio para acosar. Aun así, cualquier plataforma digital que permita la comunicación entre usuarios puede utilizarse con este fin.

Se envían mensajes insultantes o amenazadores para menoscabar la integridad y el bienestar de la persona. Puede utilizar la cuenta de la víctima sin su conocimiento para realizar el maltrato. Incluso se dedica a desprestigiar desde sus cuentas personales.

Maltrato institucional

No solo se limita a instituciones públicas, sino que también es común en instituciones privadas. Pueden utilizar leyes y recursos legales que permitan causar daño a quienes solicitan los servicios de la entidad, observando un retardo en los procedimientos regulares. En muchos casos, lo utilizan para lograr efectuar sobornos o estafas.

¿Cómo identificar a un maltratador?

Aunque estas personas pueden suavizar su perfil, o ser diferente entre uno y otro, existen características particulares que permiten identificar a un maltratador. También se le puede relacionar según los tipos de maltrato al que se somete a la víctima. Algo que suelen compartir estos individuos son su actitud autoritaria y controladora. Buscan que todo se encuentre organizado según su criterio y aseguran tener siempre la razón.

Algo que los identifica es que el daño infligido es intencionado, siendo consciente de que estás violentando los límites y la integridad de la otra persona. Además, tratan de encubrir sus acciones, de tal manera de poder continuar sometiendo a la víctima a su control.

¿Cómo evitar el maltrato?

Por lo general, la víctima no es capaz de identificar que está siendo sometida a maltrato. Esto suele estar relacionado con el tipo de relación que tiene con el maltratador, sobre todo cuando se trata de un vínculo de muchos años. Como consecuencia, suele justificar o naturalizar este comportamiento.

También le resulta difícil detectar la situación en aquellas personas que han sufrido maltrato desde la infancia o que han crecido en un entorno violento. Lo consideran algo normal por lo que permiten que el comportamiento se repita en otras personas.

Sin embargo, en aquellas situaciones donde sea posible reconocer que se está siendo maltratado, se pueden implementar las siguientes herramientas:

• Establecer límites: ser firme cuando se sienta incomodidad, indicando lo que no agrada o está perjudicando. Las respuestas deben ser claras y firmes, evitando malas interpretaciones. No se debe ser flexible ya que la situación puede repetirse.
• Romper vínculos: si una persona está infligiendo daño, lo más recomendable es terminar esa relación y alejarte de esa persona. Esto evitará que este patrón se siga repitiendo, evitando el maltrato.
• Prioriza tus sentimientos y emociones: siempre expresa lo que sientes, sobre todo lo que te incomoda.
• Construye una red de apoyo: crea lazos de confianza con otras personas que te permita expresar cuando te sientas maltratado. No te sentirás aislado y te rodeas de empatía y comprensión.