Traqueítis: causas, síntomas y tratamiento

Traqueítis causas síntomas y tratamiento

La traqueítis se presenta como una inflamación de la tráquea. Este cuadro suele ser producido por una infección por bacterias, aunque también es posible que se origine por virus. Se trata de una afección que puede llegar a provocar dificultad respiratoria que, si no es atendida de manera oportuna, puede ocasionar graves complicaciones.

Muchos médicos suelen identificarla como traqueítis bacteriana ya que es la principal causa de la infección. Aun así, existen factores desencadenantes como el consumo de tabaco, así como su humo. Y, de la misma manera, los ambientes con atmósfera contaminada tienden a aumentar el riesgo. No obstante, se trata de una enfermedad poco frecuente, por lo que no resulta muy común contagiarse.

Índice
  1. ¿Qué es la traqueítis?
  2. Causas de la traqueítis
    1. Traqueítis en adultos
  3. Síntomas de la traqueítis
    1. Laringotraqueítis
    2. Laringotraqueobronquitis
    3. Traqueítis pseudomembranosa
    4. Síntomas en adultos
  4. Diagnóstico
    1. Diagnóstico diferencial
  5. Tratamiento
    1. Prevención

¿Qué es la traqueítis?

La traqueítis se presenta como una inflamación de la tráquea. Esta estructura consiste en un tubo que se extiende de la laringe a los bronquios, permitiendo el paso de aires hacia dentro y fuera de los pulmones, dando a lugar la respiración. Permanece abierta gracias a que posee anillos de cartílago que impide su cierre. Sin embargo, también está formada por tejido muscular, cartilaginoso y conectivo.

Cuando se produce la traqueitis hablamos de inflamación consecuencia de una infección aguda, bien sea por virus o bacterias, este último siendo la causa más común. Como consecuencia, esto ocasiona que la tráquea se obstruya o se estreche provocando que se dificulte el paso de aire. 

Traqueítis

Destaca por ser una enfermedad que afecta mayormente a la población pediátrica, teniendo una mayor incidencia en niños de edades comprendidas entre el año y 6 años. Incluso es posible que adolescentes puedan infectarse. Además, se ha comprobado que los varones tienen mayor riesgo de contagiarse. Se considera una afección poco frecuente, y que en algunos casos se utiliza para describir otras patologías de carácter respiratorio. Se estima que puede presentarse en una estadística de uno por un millón de niños al año.

A pesar de no ser una afección común, si representa un riesgo para el paciente. Puede llegar a evolucionar con rapidez, provocando la aparición de insuficiencia respiratoria. Si el cuadro se agrava es posible que sea necesario la intubación del paciente y su ingreso a cuidados intensivos. Cuando se atiende de manera oportuna se observa una recuperación exitosa sin secuelas. Es posible que requiera un periodo de hospitalización de un poco más de dos semanas dependiendo de la gravedad del caso.

Es posible que los adultos lleguen a contagiarse, aunque no se considera un riesgo ya que el cuadro no llega a provocar obstrucción.

Causas de la traqueítis

Existen variedad de factores que pueden provocar la aparición de esta infección, estando asociado en su mayoría a bacterias y virus. Esta primera se considera la principal causa de traqueítis. De esta manera se considera común que se asocie el contagio a:

  • Staphylococcus aureus, siendo la bacteria de mayor frecuencia que provoca este cuadro.
  • Mycoplasma pneumoniae.
  • Haemophilus influenzae, aunque su incidencia en la actualidad es menor debido a la aplicación de la vacuna en la infancia.
  • Streptococcus pyogenes, Streptococcus pneumoniae, otros tipos de estreptococos.
  • Moraxella catarrhalis.

Si bien se consideran entre las causas más comunes, puede suceder que la infección sea producto de otras bacterias aunque en menor frecuencia. Incluso existe la posibilidad de que en el origen del cuadro estén implicadas distintas bacterias. Y suele haber mayor incidencia durante la época de otoño e invierno

En este mismo periodo también es común que se produzca la traqueítis vírica, la cual es producida por un contagio por virus, siendo de mayor frecuencia:

  • Parainfluenza.
  • Influenza.
  • Adenovirus
  • Coronavirus.
  • Virus respiratorio sincitial.
  • Virus de la gripe A y B.
  • Virus del herpes simple.
  • Sarampión.
  • Variedad de enterovirus.

En el caso de la infección por bacterias, esta puede ocurrir en niños totalmente sanos de manera imprevista. Sin embargo, se ha comprobado que existe un mayor riesgo cuando la persona presenta alguna infección respiratoria por virus o que afecte a las vías respiratorias. Esto ocurre porque durante el curso de estos cuadros se produce una inflamación o irritación de la tráquea. Como consecuencia, la persona es más propensa a contraer infecciones por bacterias. Otros factores pueden provocar su aparición, estando relacionado con la exposición a distintas sustancias en el ambiente como el humo de tabaco. El reflujo gastroesofágico también se ha asociado a esta condición, así como puede ser producto de alergias.

Traqueítis en adultos

Los factores causantes de esta afección no solo se limitan a patógenos en esta población. El consumo de tabaco o alcohol son sustancias que se han relacionado con la aparición de la traqueítis. Por lo que se considera esencial evitar estos hábitos para reducir el riesgo.

Síntomas de la traqueítis

Antes de que se produzca la traqueítis, es común que se presenten síntomas asociados a una infección viral previa. En este sentido, es común que se note al inicio tos, mocos e incluso algo de fiebre. Cuando se trata de cuadros producidos directamente por la infección por bacteria, los síntomas pueden desarrollarse en tan solo 24 horas, pudiendo evolucionar rápidamente a un cuadro grave. Es posible incluso llegar a presentar estridor.

En general, la sintomatología asociada a esta infección se deriva de la obstrucción de la tráquea y la dificultad para respirar. Cuando existen complicaciones puede observarse que la piel del niño se torne azulada debido a la falta de oxígeno por no recibir aire. Esto también puede derivar en somnolencia o incluso alteraciones neurológicas, mayormente expresándose en el comportamiento del paciente. En los peores casos puede producirse una parada respiratoria.

Síntomas de traqueítis

Otros síntomas que pueden aparecer son: 

  • Babeo o aumento de la salivación producto de la dificultad para tragar.
  • Alteraciones de la voz como la ronquera.
  • Dolor de cuello.
  • Dificultad respiratoria cuando se está acostado boca arriba.

Se ha podido identificar casos donde se produce sepsis a causa de una fuerte infección por bacterias impidiendo que el cuerpo responda adecuadamente. Otros pacientes presentan pérdida del conocimiento.

También los síntomas se pueden presentar dependiendo de la gravedad del cuadro, estando asociado a otro tipo de afecciones respiratorias. Incluso esto puede variar si existe un crecimiento descontrolado de bacterias. En este sentido se observa:

Laringotraqueítis

Suele ser muy común en la población infantil que comprende las edades entre 3 meses y 3 años. Su sintomatología se presenta de la siguiente manera:

  • Inicia como una congestión nasal.
  • A partir de las 12 horas pueden aparecer otros síntomas como tos seca, fiebre y estridor. Es posible que se observe afonía o voz ronca.
  • Al momento en que se produce la inflamación de la tráquea, entonces se producirá la dificultad para respirar. Es necesario poner atención a este síntoma ya que su complicación puede derivar en secuelas médicas.

Laringotraqueobronquitis

La inflamación se extiende de la tráquea a los bronquios, siendo considerada como una complicación de la afección mencionada con anterioridad. Si no se aborda a tiempo puede derivar en un caso de neumonía. Aunque los síntomas son similares a la laringotraqueítis, también aparecen síntomas relacionados con la afectación de los bronquios. Incluso la tos se puede denominar como tos perruna.

Traqueítis pseudomembranosa

Se observa la aparición de una pseudomembrana que recubre el árbol traqueobronquial. Este crecimiento provoca la obstrucción de la tráquea que deriva en dificultad respiratoria. Se considera como una complicación traqueítis bacteriana, lo cual puede provocar que se presente fiebres muy elevadas.

Síntomas en adultos

Aunque en estos casos se presenta un cuadro leve y sin complicaciones, los síntomas son muy similares pero de menor intensidad. En este sentido, destacan:

  • Dolor detrás del esternón.
  • Es posible presentar fiebre, aunque no se observa en todos los casos. Las temperaturas más altas llegan a 40ºC.
  • Estridor producto de la inflamación de la tráquea, por lo que circula menos aire.
  • Tos profunda, pudiendo llegar a ser dolorosa.
  • Dificultad respiratoria.

Diagnóstico

Una vez que se empiezan a presentar los síntomas de la traqueítis, es indispensable acudir a un médico para que realice una evaluación. En muchos casos basta con hacer un estudio de la sintomatología, siempre que se presenten varios síntomas en conjunto y que estén asociados a esta afección. Por lo que es común diagnosticar certeramente al paciente cuando sufre de: tos perruna, fiebre, estridor y dificultad para respirar.

Al momento de realizar la historia clínica es necesario informar al médico si se ha padecido de un cuadro vírico como la gripe antes de presentar los otros síntomas. De ser así, es posible que se considere un caso de traqueítis, ya que se considera un signo común en estos cuadros.

También es posible que el médico solicite algunos análisis de sangre. Por lo general se observará un aumento en los glóbulos blancos, debido a que se está combatiendo una infección.

Cuando el paciente presenta complicaciones, sobre todo dificultad respiratoria, muchas veces se solicita radiografía del cuello para detectar estrechamiento de la tráquea. Otros estudios de imagen como radiografía del tórax se suelen solicitar en cuadros donde se sufre de una obstrucción grave. Debido a que se dificulta el flujo de aire, también es posible que facilite la acumulación de líquidos en los pulmones provocando edema o exceso de aire.

Diagnósticos de la traqueítis

En algunos casos será necesario realizar una broncoscopia, un estudio que utiliza un tubo con cámara para observar la tráquea. Esto permitirá tener evidencia de la gravedad de la inflamación. Además, facilita la toma de muestras para realizar un cultivo bacteriano. Si bien puede considerarse como un método eficaz, no puede usarse en cada paciente que presente esta afección. El profesional de la salud determinará si es necesario realizar el procedimiento o no.

Diagnóstico diferencial

Dependiendo de cada caso, es posible que el médico realice un diagnóstico diferencial. La traqueítis presenta sintomatología similar a otras patologías, por lo cual es necesario descartar las posibles causas y obtener un diagnóstico certero. Existe el riesgo de que se confunda con epiglotitis, angioedema, neumonía bacteriana, algún absceso, entre otros. Con esto se logra un tratamiento adecuado, permitiendo abordar la afección de manera exitosa. 

Tratamiento

Cuando el origen de la afección es un virus, no existe un tratamiento específico para abordar. En estos casos se procede a aliviar los síntomas, sobre todo tratar la alimentación y mejorar la respiración. También se recomendará el uso de fármacos para bajar la fiebre como el paracetamol o el ibuprofeno. Los corticoides pueden ser utilizados para lograr reducir la inflamación. Y, de ser necesario, se administrarán broncodilatadores para ayudar a mejorar la respiración.

Si, por el contrario, se trata de traqueítis bacteriana, se considera indispensable el uso de antibióticos para controlar y eliminar el crecimiento de bacterias. Es el protocolo recomendado para estos casos. Suele ser indicada la vancomicina y la clindamicina.

Sin embargo, el primer abordaje es lograr que el paciente pueda respirar adecuadamente, siendo necesario mantener las vías aéreas libres. En este sentido, se administra oxígeno por mascarilla para lograr una saturación adecuada.

Aunque la broncoscopia se considera un método para diagnosticar, también sirve como tratamiento. Su uso permite realizar lavados a través de los cuales se eliminan secreciones de todo tipo, así como cualquier tejido dañado. Esto ayuda a disminuir la inflamación y el proceso infeccioso.

Cuando se trata de cuadros complicados, se procede a intubar al paciente para lograr una oxigenación adecuada. A través de este procedimiento se introduce un tubo por la boca del paciente que va hasta la tráquea para lograr que llegue aire a los pulmones. En otros casos se hace traqueostomía, que consiste en realizar una incisión en la piel y la tráquea para insertar una cánula que facilite el paso de aire.

Prevención

Es necesario tomar en cuenta que no existe una manera de prevenir el contagio. Esto solo será posible si se cumple con el calendario de vacunación y únicamente en los siguientes casos:

  • Influenza.
  • Haemophilus influenzae.
  • Sarampión. 
  • Neumococo.
  • Gripe.

Para el resto de los virus y las bacterias no será posible proteger al organismo del contagio. Sin embargo, se puede reducir el riesgo si se aplican medidas como evitar sitios con mucha contaminación o donde haya humo de tabaco. Tampoco se debe consumir alcohol tabaco. Además, es necesario fortalecer el sistema inmune siempre para lograr combatir cualquier infección. Si bien todavía es posible contagiarse, al ser una afección poco común, aplicando estas recomendaciones es posible que nunca te llegues a enfermar.

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