¿Qué es la viriasis y cómo se trata?

Qué es la viriasis y cómo se trata

La viriasis es un término poco utilizado que se utiliza para definir las infecciones virales. Son cuadros comunes, que incluso se pueden presentar en temporadas. En su mayoría se han relacionado con enfermedades benignas y que pueden resolverse por sí solas. Aun así, existe el riesgo de complicaciones o desarrollar enfermedades crónicas y prolongadas.

Muchas veces el médico puede indicar reposo y administrar muchos líquidos para evitar la deshidratación. Pero cuando se considera que el cuadro representa un riesgo para la salud del paciente, es posible que se indique el uso de fármacos antivirales o incluso la internación a un centro hospitalario.

Índice
  1. ¿Qué es una viriasis?
    1. ¿A quién afectan las infecciones virales?
  2. Tipos de infecciones virales
    1. Infecciones respiratorias
    2. Infecciones del sistema digestivo
    3. Fiebres hemorrágicas
    4. Infecciones de transmisión sexual
    5. Infecciones exantemáticas
    6. Infecciones neurológicas
    7. Infecciones congénitas
  3. Síntomas de las viriasis
  4. Causas
  5. Diagnóstico
  6. Tratamiento 
  7. Pronóstico
  8. Complicaciones
  9. Prevención

¿Qué es una viriasis?

Aunque este término médico no suele ser tan utilizado, hace referencia a las infecciones virales o por virus. Son ocasionadas por microorganismos patógenos conocidos como virus que infectan al cuerpo para reproducirse y colonizar. En su mayoría son cuadros benignos y que pueden solucionarse por sí mismos. Y tienden a reconocerse por afectar principalmente el sistema respiratorio y digestivo, aunque la infección puede extenderse a otras partes del cuerpo.

Para entender bien este tipo de enfermedades, es necesario conocer al virus. Son pequeñas partículas que solo poseen en su interior ADN y ARN protegido por una membrana o capa. Por lo tanto, no posee células como los seres humanos. Debido a esto, necesitan ingresar al organismo para poder replicarse. Es lo que ocasiona que se produzca la infección.

Las infecciones por virus y bacterias son cuadros totalmente distintos, por lo que no se pueden tratar de la misma forma. Para las bacterias se utilizan antibióticos, fármacos diseñados para combatir estos patógenos. En el caso de los virus, su mecanismo de acción no tiene efecto sobre estos, por lo que el patógeno seguirá habitando el organismo.

Si embargo, es posible que se genere una sintomatología similar, observando fiebre, vómitos, tos, entre otros. Por lo que deberá ser evaluado por un médico para determinar la causa de la enfermedad. En general, las virosis deben ser tratadas de forma sintomática, ayudando a la persona a sentirse mejor ya que suelen ser cuadros que se resuelven por sí mismos.

Las enfermedades virales son altamente contagiosas, pudiendo ser transmitidas de persona a persona, incluso al estar en contacto con superficies contaminadas. Al mismo tiempo, pueden debilitar el sistema inmune, sobre todo en personas que sufren inmunodeficiencia. Esto aumenta el riesgo de que se contagie de otras infecciones pudiendo complicar el cuadro clínico.

Viriasis

¿A quién afectan las infecciones virales?

La viriasis es bastante común, pueden afectar a cualquier persona de cualquier población. Aun así, se considera que aquellas que cuentan con un sistema inmunitario debilitado corren con mayor riesgo de infectarse. Y de la misma forma, se considera que el cuadro clínico puede complicarse o agravarse en los siguientes casos:

  • Tienes menos de 5 años o eres mayor de 65 años.
  • Se sufre de alguna enfermedad crónica como diabetes, asma, EPOC o enfermedades respiratorias similares.
  • Tienes un sistema inmune debilitado producto de alguna enfermedad en curso o mantienes un tratamiento a base de medicamentos inmunosupresores.
  • Es una mujer embarazada.

Tipos de infecciones virales

Como se ha mencionado, los virus se encuentran mayormente relacionados a enfermedades del aparato respiratorio y digestivo. Sin embargo, dependiendo de la cepa o tipo de virus, puede afectar otros tejidos. De esta manera, se pueden clasificar de la siguiente forma:

Infecciones respiratorias

Se ven afectadas las vías respiratorias, la garganta, los pulmones y la nariz. Están relacionados con cuadros como la bronquitis, la sinusitis, la otitis o la neumonía, siendo común los siguientes virus:

  • Rinovirus, causante del resfriado común.
  • Influenza.
  • COVID-19.
  • Virus Respiratorio Sincitial (VRS).
  • Metaneumovirus humano (hMPV).
  • Parainfluenza.

Infecciones del sistema digestivo

En general afectan al estómago y el intestino, pero es posible que se observe infección en el hígado. En este grupo destacan:

  • Norovirus, rotavirus y astrovirus, los cuales están relacionados con la gastroenteritis.
  • Virus de la hepatitis, ocasionando enfermedades crónicas y de larga duración que provocan la inflamación del hígado.

Fiebres hemorrágicas

Son enfermedades que provocan alteraciones en la coagulación de la sangre al mismo tiempo que debilitan las paredes de los vasos sanguíneos. Por consecuencia, aumenta el riesgo de hemorragia o sangrado. Se reconocen casos como:

  • Ébola.
  • Síndrome pulmonar por hantavirus.
  • Dengue hemorrágico.
  • Fiebre amarilla.

Infecciones de transmisión sexual

Como su nombre lo indica, estos virus se transmiten a través del contacto sexual, bien sea de forma oral, vaginal o anal. Son comunes:

  • Virus de inmunodeficiencia humana (VIH) .
  • Virus del papiloma humano (VPH), provocando la aparición de verrugas genitales.
  • Herpes genital (VHS), observándose llagas o lesiones en la zona genital.
  • Hepatitis B.

Infecciones exantemáticas

Son enfermedades que producen erupciones en la piel. No solo se relaciona con afecciones cutáneas ya que puede ser producto de un virus respiratorio o de otro tipo. Entre las infecciones más comunes se encuentran:

  • Sarampión.
  • Varicela.
  • Rubeola.
  • Roséola.
  • Viruela del mono.
  • Eritema infeccioso o quinta enfermedad, considerada una enfermedad pediátrica o de la infancia.

Infecciones neurológicas

Los virus infectan estructuras del sistema nervioso como el cerebro y la médula espinal. Los síntomas que se observan son parálisis, inflamación del cerebro o sus membranas pudiendo causar meningitis o encefalitis. Los cuadros más complicados o no tratados pueden ser mortales. Algunos ejemplos son:

  • Virus del Nilo Occidental.
  • Polio.
  • Rabia.

Infecciones congénitas

Las personas nacen con la enfermedad ya que se transmiten de la madre infectada al feto durante la gestación. También es posible que el contagio ocurra durante el parto. En general, si bien puede haber un buen pronóstico, hay un alto riesgo de pérdida de ciertas cualidades como la audición o la visión. También se observan otros problemas de salud como retraso en el desarrollo o afecciones neurológicas. En este grupo son recurrentes los siguientes casos:

  • Citomegalovirus (CMV).
  • Herpes virus simple.
  • Toxoplasmosis.
  • Rubéola.
  • Virus del Zika.
  • Sífilis.
  • VIH.

Síntomas de las viriasis

El cuadro clínico que presente el paciente dependerá del tipo de virus que haya ocasionado la infección. Sin embargo, se considera muy comunes los siguientes síntomas:

  • Gripes: fiebre, dolor de cabeza, dolor en el cuerpo, cansancio, malestar general.
  • Síntomas de las vías respiratorias altas: dolor de garganta, tos, secreción nasal, estornudos.
  • Síntomas digestivos: vómitos, diarrea, náuseas, dolor estomacal,.
  • Síntomas de la piel: erupción, llagas, ampollas, verrugas.

Infecciones virales

En muchos casos es posible que exista ausencia de síntomas. Esto no quiere decir que la persona no pueda transmitir el virus. Sigue siendo igual de contagioso que una persona que sí desarrolla síntomas.

Causas

Cuando se habla de infección viral, esta es causada por la presencia de un virus en el organismo. Estos pueden ingresar al cuerpo a través de la nariz, la boca, los ojos, una herida, genitales o incluso el ano. Una vez dentro, empiezan a replicarse y colonizar.

Las formas más comunes por las que se produce el contagio son:

  • De persona a persona, bien sea por contacto, estornudos o tos.
  • Por superficies contaminadas, o también objetos, que han sido tocadas por personas infectadas.
  • Mantener relaciones sexuales, ya sea sexo vaginal, oral o anal, con una persona infectada.
  • Picaduras de insectos que están infectados con el virus.
  • Consumo de alimentos o líquidos contaminados.

Si bien existen alrededor del mundo una gran cantidad de virus, no todos pueden infectar el organismo humano. Es así como no representa un riesgo para la salud.

Diagnóstico

En el instante en que empiecen a aparecer los síntomas de la viriasis, se recomienda acudir a un médico. Es el único profesional capacitado para diagnosticar enfermedades. Durante la consulta deberá describir cada uno de los síntomas que presenta y se realizará un examen físico para evaluar. 

También se indicará la toma de muestra para identificar el virus causante de la infección. Es posible que se realice un análisis de sangre o un hisopado de la garganta o nariz. En caso de que exista riesgo de inflamación de algún tejido u órgano como los pulmones o el cerebro, se procede a realizar una resonancia magnética, radiografías, tomografías computarizadas o ecografías. Estos estudios de imagen no permiten identificar el virus causante pero si tener una idea de la gravedad del cuadro.

Para determinar cuál es el virus que afecta, es necesario realizar el estudio de tejidos o fluidos corporales, pudiendo solicitarse:

  • Sangre.
  • Orina.
  • Heces.
  • Saliva.
  • Flemas o mocos.
  • Células de la nariz.
  • Tejidos afectados como la piel.
  • Pus.
  • Líquido cefalorraquídeo.
  • Células del cuello uterino. Es ideal para descartar el virus de papiloma humano (VPH).

Tratamiento 

El uso de medicamentos para el tratamiento de infecciones por virus es bastante específico, pudiendo observarse antivirales destinados a combatir una cepa en particular. En general suelen recetarse para cuadros muy complicados o que ponen en riesgo la salud del paciente, siendo común:

  • Antivirales: impide la replicación del virus. Son recetados en situaciones donde es necesario controlar la infección o acelerar el proceso de recuperación ante una infección respiratoria. Están indicados para el tratamiento de un único tipo de virus.
  • Plasma convaleciente: es un tratamiento recomendado en cuadros altamente complicados, incluso mortales. Se utiliza la sangre de una persona que ha superado el virus, por lo que ha desarrollado anticuerpos. Por medio de vía intravenosa se hace una transfusión para ayudar a combatir la infección.
  • Profilaxis post exposición: se administran antivirales y tratamiento con inmunoglobulinas para evitar que la persona desarrolle la enfermedad tras exponerse al virus. Está indicado en casos de VIH, varicela, rabia y hepatitis B.

Tratamiento de la viriasis

En la mayoría de los casos se recomienda tratar desde casa con indicaciones para controlar o aliviar los síntomas. Con los días se nota una mejoría logrando superar la enfermedad sin complicaciones. Suele recomendarse una buena hidratación, el uso de analgésicos y antipiréticos para reducir el malestar general siempre consultando a su médico. Pero sobre todo, se considera esencial mantener reposo para ayudar al cuerpo a recuperarse.

Pronóstico

El pronóstico dependerá del tipo de virus con que se haya infectado la persona. En los casos de virus que causan resfriados o gripes es posible tratarlos en casa sin ninguna complicación. Sin embargo, existen otros virus que causan enfermedades mortales o crónicas, lo cual necesita evaluación regular por parte del médico. En algunos casos es necesario la administración de medicamentos de forma permanente.

De la misma forma, el tiempo que duran la infección es variado: 

  • En el caso de virus respiratorios, es posible que los síntomas persistan días o máximo dos semanas. 
  • Las verrugas en la piel tienden a  durar un año o más. 
  • Las infecciones por hepatitis B y C pueden provocar enfermedades crónicas y de larga duración.
  • La infección por VIH no tiene cura, por lo que el tratamiento es para toda la vida.

Complicaciones

Existen ciertos tipos de virus que ocasionan la aparición de síntomas o cuadros clínicos complicados. Al mismo tiempo, se considera aquellos casos donde no se aplica un tratamiento o las recomendaciones del médico, lo que lleva a complicar la enfermedad. Estos problemas de salud pueden presentarse poco tiempo después del contagio o incluso muchos años tras la enfermedad. Suele observarse:

  • Neumonía: infección que provoca la inflamación de los sacos de aire de los pulmones. Como consecuencia, dificulta la respiración.
  • Encefalitis o meningitis: el virus se propaga a estructuras del cerebro, provocando la inflamación de los tejidos.
  • Enfermedades hemorrágicas: aumentan el riesgo de sangrado mortales.
  • Reactivación: a pesar de que se supera la enfermedad, el virus queda alojado en el organismo pero inactivo. Sin embargo, existe el riesgo de que se reactive pudiendo causar síntomas mucho tiempo después.
  • Cáncer: al permanecer mucho tiempo dentro del organismo, algunos tipos de virus pueden ser causantes de ciertos tipos de cáncer. Tal es el caso de El VPH, el virus de Epstein-Barr, el VIH, hepatitis B y C, el virus linfotrópico humano T 1 y el virus del herpes humano 8.

Prevención

Hay que tener en cuenta que no siempre se puede prevenir la aparición de enfermedades víricas. Sin embargo, se han desarrollado vacunas para reducir el riesgo de contraer ciertos virus

  • Varicela.
  • Hepatitis A.
  • Hepatitis B.
  • Virus del papiloma humano (VPH).
  • Influenza .
  • Sarampión.
  • Paperas.
  • Rubéola.
  • Polio.
  • Rotavirus.
  • Rabia.
  • Herpes zóster.
  • COVID-19.

Para otros tipos y cepas de virus, se pueden emplear las siguientes recomendaciones o medidas para reducir el riesgo de contagio:

  • Lavar con frecuencia las manos, sobre todo en temporadas de gripe y resfriados.
  • Practique hábitos alimentarios seguros. Esto implica hervir el agua si vive en un lugar donde no es potable, cocinar los alimentos a temperaturas adecuadas, sobre todo carnes. Se deben lavar y pelar bien los alimentos de origen vegetal.
  • Utilice preservativos al momento de mantener relaciones sexuales.
  • Aplique productos repelentes que ayuden a evitar las picaduras de insectos. También puede usar mosquiteros para impedir que entren a su casa.
  • No se mantenga en contacto con animales desconocidos o agresivos. De la misma forma, resguarde a sus mascotas.
  • Evite el contacto con personas enfermas.
Rafael Aragón

Rafael Aragón

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